La Red eclesial de migración, refugio, desplazamiento y trata “Clamor” culminó su participación en el Foro Mundial de Refugio, organizado por la ONU en Suiza, del 15 al 17 de diciembre, con un claro llamado a los gobiernos del mundo: “Más trabajos dignos”.
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Así ha denunciado como las políticas de refugio se han venido convirtiendo en muros infranqueables, que obligan a millones de personas a “caer en las redes criminales de trata”.
Este reclamo lo han hecho en el evento paralelo realizado este 17 de diciembre, en la Misión Permanente de México, donde estuvo la embajadora de México en Suiza, Francisca Méndez y la presidenta de la COMAR (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados), Xadenis Méndez.
Elvy Monzant, secretario ejecutivo de Clamor, explicó que “hemos insistido en algo, si los migrantes, los refugiados, las víctimas de trata, no tienen acceso al trabajo digno, será imposible tener la vida digna que merecen”.
Por trabajos dignos
Monzant se refiere a las nuevas esclavitudes, por lo menos en América Latina, la mayoría de migrantes y refugiados se ven sometidos a jornadas laborales de más de 10 horas diarias, sin seguridad social y devengando salarios por debajo del mínimo legal vigente.
Lamentó que algunas empresas y haciendas “se aprovechan” de la situación para propicias la explotación de estos hermanos que abandonaron su tierra en busca de vida digna, por lo que ha pedido a los empresarios católicos y gobiernos ofrecer “empleos dignos” para esta población.
Durante este evento se han presentado “buenas prácticas” de inserción laboral, realizadas por organizaciones eclesiales y sociales en el Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS), un proceso animado por Naciones Unidas diseñado para regular y atender la migración en Centroamérica y México.
Riesgos latentes
El laico venezolano ha advertido sobre los riesgos que corren millones de migrantes y refugiados en aquellos países donde son expulsados sin ninguna contemplación, incluso obligándolo a retornar a sus países, donde “su vida corre peligro”.
Se trata de una imposición de “muros físicos, legales y administrativos” para bloquear a quienes intentan regularizar su situación, “todos están huyendo del hambre, la violencia, la persecución política o la crisis ambiental”.
Para Monzant impedir el ingreso o retornar a una persona a un territorio donde corre peligro su vida o dignidad “representa una seria transgresión a los principios internacionales asumidos por los Estados”.
“El papa Francisco denunció estos muros como un pecado que clama al cielo, porque rompen la fraternidad entre los hijos e hijas de Dios”, acotó.
El evento lo han realizado en la Misión Permanente de México. Foto: Red Clamor
