Con motivo del 60º aniversario de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), el papa León XIV ha enviado una carta a su presidenta, Oonah O’Shea, en la que expresa su gratitud por el camino recorrido y anima a las religiosas a renovar su vocación desde la consagración, la comunión y la misión.
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El Pontífice recuerda que la UISG nació del impulso reformador de san Pablo VI y agradece que durante seis décadas haya sido “un espacio vital donde las Superioras de los seis continentes pueden promover el diálogo entre las religiosas, compartir la riqueza de sus carismas y discernir las inspiraciones del Espíritu Santo para el bien de la Iglesia y del mundo”.
La australiana Oonah O’Shea, presidenta de la UISG
Discípulas misioneras
Según el Papa, la historia de la UISG es también un testimonio del Evangelio: “Su compromiso con la colaboración y su disponibilidad a permanecer en las fronteras de la misión constituyen un testimonio poderoso del Evangelio”. Lo hace, destaca, “en una época marcada por rápidos cambios y necesidades apremiantes”.
Además, el Papa señala que el aniversario coincide con el Jubileo de la Esperanza, lo que considera “una gracia especial”. En ese contexto, invita a las religiosas a “ser peregrinas y discípulas misioneras de la esperanza: mujeres que, arraigadas en la consagración y guiadas por el Espíritu, ayudan a reavivar la confianza, a sanar las heridas y a acompañar al pueblo de Dios con compasión y gozosa perseverancia”.
