El presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, contestará de forma privada la carta enviada por el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes del Gobierno de España, Felix Bolaños, tras pedir el arzobispo de Valladolid la dimisión del Ejecutivo. “La respuesta a una carta privada será una carta privada”, explican fuentes eclesiales a Vida Nueva.
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De esta manera, el Episcopado, aunque implícitamente, recuerda que ellos no filtran la correspondencia privada como sí ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez.
Choque con Sánchez
La polémica se desató ayer a primera hora, al publicarse una entrevista en La Vanguardia en la que Argüello propuso tres vías a la falta de prespupuestos generales del Estado: “Cuestión de confianza, moción de censura o dar la palabra a los ciudadanos. Es decir, lo que prevé la Constitución”.
“El tiempo en el que los obispos interferían en la política acabó cuando empezó la democracia en este país”, respondía con contundencia el presidente del Gobierno, desde un mitin en Cáceres ante los inminentes comicios extremeños. A sus tres vías, añadía una cuarta: “Respetar el resultado electoral aunque no te guste”.
En su alocución, el presidente mostró su sorpresa ante las declaraciones de Argüello: “No deja de resultar curioso, porque cuando gobierna la derecha no dicen que se adelanten las elecciones, ni que haya moción de censura ni moción de confianza, al contrario, lo que quieren es que se respeten los cuatro años que manda la Constitución para la duración de una legislatura”.
Sánchez no se quedó ahí y pasó al ataque, retando al prelado. “Animo al presidente de la Conferencia Episcopal a lo siguiente: si se quiere presentar a unas elecciones, ahí tiene a la asociación ultraderechista Abogados Cristianos, que se presente y ¡a ver qué resultado saca!”, expuso ante las risas y los aplausos de sus simpatizantes.
Pedro Sánchez en un mitin en Cáceres
“No soy neutral”
La realidad es que se trata de la segunda vez en seis meses que Bolaños afea en una misiva a Argüello sus pronunciamientos. En esta ocasión le ha reclamado que “actúe con respeto a la democracia”. La primera vez, el pasado 20 de junio, se encaró con los obispos por su “comunión espiritual y política con la derecha y la ultraderecha” tras pedir también entonces un adelanto electoral.
No obstante, sí que la Iglesia ha usado las redes sociales para responder. Primero, la propia cuenta oficial de la Oficina de Prensa del Episcopado en Twitter, afirmando que “el hecho mismo de que los medios pregunten a la Iglesia su opinión sobre la actualidad desmiente que la Iglesia deba ser un agente ausente de la vida pública y la opinión social”. Y añadiendo a renglón seguido que “ser miembro de la Iglesia no impide opinar sobre la vida pública ni dar entrevistas”.
Por su parte, el propio Argüello, aunque sin citar la polémica, ha comunicado en la misma red social que “ante el respeto a la vida y su dignidad, la comprensión y el apoyo a la familia en la vivienda y la educación, la acogida de inmigrantes, el servicio a los pobres, la libertad religiosa y de conciencia y el respeto a las reglas básicas del Estado de Derecho, no soy neutral”.
Un mensaje, en principio, dirigido al Gobierno de Sánchez y no a las voces discordantes dentro del propio Episcopado que han pedido “prudencia” al también arzobispo de Valladolid, pues reclamar mociones de censura, mociones de confianza o elecciones “va más allá” de lo que debe expresar un pastor, según ha señalado el arzobispo de Tarragona y primado de Cataluña, Joan Planellas.
