Fabio Attard SDB: “Dios nos habla a través de los chicos en el patio”

El Rector Mayor estuvo presente en las celebraciones de los 150 años de la llegada de los misioneros salesianos al país

Fabio Attard SDB: “Dios nos habla a través de los chicos en el patio”

Se cumplen 150 años de la llegada de los misioneros salesianos al continente. El sueño de Don Bosco se hizo realidad, y hoy, el Rector Mayor de la Congregación, Fabio Attard sdb, está presente en la Argentina para celebrarlo con las comunidades de las distintas casas.



En primera persona

Vida Nueva tuvo la oportunidad de dialogar con el Padre Fabio. Contó el mismo su camino religioso. Nacido en Malta, creció en un ambiente muy sereno, tranquilo, positivo. Después de tres años en el seminario, con la ayuda del director espiritual, ingresó con los salesianos. Hizo el noviciado y profesó en Irlanda. Luego, estudió Teología en Roma.

Más tarde, los salesianos lo enviaron a una escuela que recién se abría en Túnez, con 700 alumnos y 50 profesores, todos musulmanes. Esa experiencia lo ayudó a comprender que el carisma se vive en contextos diferentes, en su capacidad e interioridad.

Trabajó 5 años en contacto con chicos de la calle, todos casos sociales, con la criminalidad, drogas, prostitución, tribunales, cárceles. “Una gran experiencia”. Luego, tuvo la oportunidad de terminar sus estudios de investigación doctoral sobre la conciencia dentro de los sermones anglicanos de John Henry Newman.

En Villa Itati

Terminada esa etapa el rector mayor de aquel entonces, Don Juan Edmundo Vecchi, le pidió que trabaje en la universidad donde fue docente de teología moral y espiritualidad. En el 2005, en Malta, formó un Instituto de Formación Pastoral para que los laicos que participan en la misión.

El Consejo General lo eligió Consejero de la pastoral juvenil, y durante doce años estuvo conociendo el mundo salesiano de cerca, con encuentros en todos los continentes con los delegados de pastoral juvenil. Luego, ayudó en la Casa Central de los Salesianos con visitas extraordinarias a Francia, Bélgica, España, India.

Y llegó el capítulo general en marzo de este año. Yo no estaba en el último capítulo general: “Una llamada, Fabio. Te han elegido. Debes tomar el tren a Turín”. Destacó que por gracia y suerte, conoce la congregación a nivel contenido y a nivel contextos.

La presencia de Don Bosco

PREGUNTA: ¿Por qué seguir los pasos de Don Bosco? ¿Cuál fue esa experiencia transformadora que hizo optar por la vida salesiana?

RESPUESTA.- La experiencia transformadora no es una, hay un conjunto de cosas que lo han hecho posible. Desde los 6 años tengo contacto con un oratorio salesiano, y, además, hay un elemento muy fuerte: mi papá fue el único catequista laico en el oratorio. Toda la familia creció con la presencia de Don Bosco. Otro elemento fue el de los modelos, ejemplos de sacerdotes, que han sido una guía para mi vida espiritual.

P.- Padre, de aquel sacerdote que se ordenó con todos los sueños, a este servicio como Rector Mayor, ¿cuánto cambió?

R.- Mucho. Quedo contento porque cuando uno empieza la vida consagrada, uno tiene muchas ideas, muchas imágenes. Aquel tiempo es fruto del entusiasmo que luego cambia a la convicción. Lo más importante de mi vida fue que yo tuve siempre director espiritual. Porque hay momentos donde uno pierde el entusiasmo, donde uno no está de acuerdo, donde uno encuentra dificultades a nivel personal, a nivel institucional.

Con Los Jovenes

Son desafíos: uno, a veces, tiene la tentación de dejar todo. Porque hay dificultades que te hacen pasar de una fase a la otra. Si hago solo una lectura humana, no quiero continuar. Mientras que cuando tú haces una lectura espiritual de la vida, lo humano no es exclusivo. Lo humano se deja desafiar de la dimensión mística, la dimensión espiritual.

Nuestra humanidad, que no debe faltar nunca, está entregada a lo que es la relación con Dios. Al final yo decido, sí, pero a la luz de Dios.

Fue muy importante haber estado acompañado durante 50 años por un director espiritual. Algo que le digo siempre a los salesianos es que si quieren de verdad cuidar su vocación, la presencia del director espiritual es no fundamental, es indispensable.

El valor de la escucha

P.- ¿Es este su mayor desafío como religioso?

R.- No, creo que todo eso pasa mientras uno está caminando con los jóvenes. Mi vida ahora es ayudar a los jóvenes desde una perspectiva diferente, pero no lejana, sino humana. Ahora tengo la oportunidad de encontrarme a los salesianos, mis hermanos, con los jóvenes que nos comparten la misión.

Grupos En Bernal

Lo importante es escuchar, porque es al interior de la escucha que la otra persona, sintiéndose escuchada, escucha lo que yo no digo. No sé si me explico. Cuando yo te escucho, tú te sientes escuchada de una persona que representa algo. Yo comunico con la disponibilidad de la escucha, no necesito decir. Esa es la educación.

Que un adulto esté interesado en él, en su vida, en su presente, en su futuro. No necesito conocerlo porque ya tomé la decisión de estar contigo, de estar a tu lado. Esto para los jóvenes es una maravilla.

P.- ¿El patio es hoy el espacio de la inclusión?

R.- Sí, el patio es el lugar de la manifestación del amor de Dios. Cuidado, no en sentido único, en sentido circular. No estoy en el patio porque yo quiero compartir el amor de Dios con los jóvenes. Sí, puede ser que pase eso. Pero lo que pasa es que Dios nos habla a través de los chicos en el patio.

Cuando yo estoy con los chicos en el patio, buscando de escuchar, de interesarme, yo estoy viendo a Dios que trabaja en ellos, aunque sea el chico más imposible del mundo. Don Bosco dice, en cada chico hay un punto en su corazón, que es el punto de la bondad. Y cuando nosotros nos ponemos a la escucha, este punto sale, sale, sale, emerge.

Por eso, cuando un salesiano se cierra en su despacho, es el desastre total. Sí, pero estoy trabajando. Sí, sí, todo lo que quieras. Pero, primero, el contacto humano, las relaciones humanas.  Esta mañana, había los chicos que han venido al aeropuerto. Madre mía, ¡qué maravilla! Yo no esperaba a nadie. Ahora, ¿sabes dónde vamos? A visitar a los ancianos, los mayores. Yo pido siempre de visitar a los mayores. Imagínate, el Réctor Mayor viene y no nos visita. ¿Nosotros no tenemos ningún valor ahora?. ¿Qué voy a hacer? Voy a ir a saludarlos.

Llegada Ezeiza Con Jovenes

La novedad es el profeta

P.- ¿Con qué ilusión vive esta visita por los 150 años de misión?

R.- Con mucha esperanza, con mucho gozo. Cuando uno vive esta misión buscando resultados, no camina, no marcha. No es una cuestión de buscar resultados sino de fortalecer relaciones humanas. Que el Rector Mayor esté con nosotros estos días es una alegría por los hermanos, pero mucho más para mí. Porque podemos escucharnos, comemos juntos, celebramos la Eucaristía. Es por eso que la dimensión de Don Bosco, el secreto de Don Bosco es relacional.

P.- ¿De qué modo la congregación puede ser relevante hoy en el mundo que vivimos?

R.- No hay técnicas, hay elecciones personales. Ser hombres de Dios, según el corazón de Don Bosco, con centralidad en la Eucaristía y en la Palabra de Dios. La gente espera que seamos hombres y mujeres de Dios.

Mayores Salesianos

Cuando hay un Salesiano que tiene una capacidad enorme de organizar los eventos, pero su corazón no está lleno de la presencia de Dios, seguimos siendo gestores, organizadores. Esto el mundo ya lo tiene. No necesito ser persona consagrada para organizar las cosas. Mi elección es ser hombre de Dios, y desde ahí yo llevo conmigo a los jóvenes que encuentro a Jesús. 

Hay una circularidad. Muchas veces, queriendo ayudar a los jóvenes, terminamos haciendo cosas buenas, con éxito, pero no basta, no basta. En un mundo globalizado, individualista, fragmentado, la novedad es el profeta, no el rey. Y la congregación se prepara para esto, caminando en esta línea que no tiene término.

Esta es la medida, un discurso compartido, desde el Rector Mayor, el Consejo General, los inspectores, los directores, no hay otra guía. Somos buenos educadores, estamos en buenas escuelas, no nos faltan las cosas. Necesitamos fortalecer el espíritu. Cuando tenemos de verdad una identidad clara, lo que hacemos es una consecuencia, no una causa.

Hombres de Dios

P.- Padre Fabio, ¿cuál es su sueño como rector?

R.- El sueño es que siempre seamos hombres de Dios. Eso es mi sueño. Es lo que dice el capítulo, no es que lo dice Fabio. Hemos tenido un encuentro con papa León hace dos semanas. El nos dijo que lo que el mundo necesita hoy son personas que tienen relación con Dios y que salen en encuentros de sus hermanos. Es lo que buscamos vivir nosotros.

Relación con Dios y encuentro con los hermanos. Me encuentro como consecuencia de una relación, no de una ritualidad. Relación, identidad, vida.

P.- ¿Qué le puede prometer a los jóvenes hoy?

R.- Yo más que promesas, espero que los jóvenes encuentran en los salesianos, hombres de Dios. Porque cuando encuentran Salesianos auténticos, los jóvenes están alrededor de ellos; cuando encuentran a una persona auténtica, parece algo nuevo. De hecho es así: la dimensión profética, profetas, hombres de Dios.

Agradecimiento: Oficina de Comunicación – Inspectoría Sur
Noticias relacionadas