“Para guiar a la Iglesia, Jesús no elige al apóstol perfecto. Elige al más humano, al que ha caído más bajo. Al último”. Así arranca Roberto Benigni su monólogo ‘Pietro. Un uomo nel vento’, que se emitirá la noche de hoy, 10 de diciembre, por la RAI en estreno mundial desde un escenario instalado junto a la Basílica de San Pedro. “Quizá por eso la Iglesia ha perdurado durante siglos, porque su fuerza nace de la fragilidad. Y la historia de Pedro, en cierto modo, comienza justo ahí: en el momento de su caída”, continúa el actor, tal como recoge Vatican News.
- ¿Todavía no sigues a Vida Nueva en INSTAGRAM?
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
En un texto escrito junto a Michele Ballerin, Chiara Mercuri y Stefano Andreoli —que desde hoy se publica en papel bajo el sello de Einaudi—, Benigni recorre la vida del apóstol. “Las cosas más importantes de la vida no se aprenden ni se enseñan: se encuentran”, dice.
Y eso fue lo que le ocurrió a Pedro cuando Jesús se le acercó: “Le mira fijo… ¡Jesús que te mira fijo! Y le dice: Tú eres Simón, hijo de Jonás. Te llamarás Kefa, que quiere decir piedra. ¡Y le cambia el nombre sin conocerlo!”. El pescador no se resiste: “Como si una fuerza se apoderara de él… Un flechazo, como cuando te enamoras. Aquel carpintero lo conquistó”.
A lo largo de casi dos horas, el autor de ‘La vida es bella’ narra los pasajes evangélicos más emblemáticos de la vida del apóstol: desde su encuentro con Jesús hasta el episodio de la barca en mitad de la tormenta. “Pedro, ven, le dice Jesús. Y él baja, y camina sobre el agua. Da tres o cuatro pasos… ¡y camina! Pero después se asusta y se hunde. Como los niños que dan sus primeros pasos y luego caen en los brazos de su padre”.
Ese Pedro vacilante es, para Benigni, el verdadero protagonista: “No acierta ni una al principio. Se equivoca, tropieza, se lo piensa mejor… ¡Es igual que nosotros!”. Por eso, resume, “la vida de san Pedro es como un espectáculo de fuegos artificiales, llena de emoción, alegría y giros inesperados”.
“Una revolución de amor”
En ese retrato humano del apóstol, Benigni encuentra la clave del cristianismo: “No es una religión de normas, sino una revolución de amor”. Y pone como ejemplo la frase “ama a tu enemigo”, “la más revolucionaria jamás pronunciada”. “Jesús destruye el mundo viejo para crear uno nuevo”, proclama, “rompe la pirámide del poder y lo pone todo patas arriba con una nueva ley: la ley del amor”.
Benigni reconoce que volver a leer los Evangelios ha sido una experiencia transformadora. “Después de leerlos, ya no ves a las personas con distracción, sino como portadoras de un misterio. El Evangelio nos dice que estamos vivos. Que hay vida más allá de esta vida”.
