Mientras los escaparates brillan y las ciudades exhiben su cara más festiva, miles de personas en España siguen atrapadas en la penumbra de la exclusión. La CONFER ha hecho pública una nota en la que denuncia que la pobreza “no desaparece cuando se oculta ni cuando se expulsa de los espacios públicos”, y alerta de que “la solidaridad no puede ser tratada como una infracción”.
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El comunicado, firmado por el equipo de Justicia y Misión, coincide con el tiempo de Adviento y con la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos. Desde ahí, los religiosos lanzan un mensaje doble: esperanza y denuncia. “La Navidad nos recuerda que la dignidad humana no es un adorno: es un derecho”, advierte el texto.
Pero en contraste con ese principio, señalan una serie de prácticas que, a su juicio, convierten la compasión en un problema burocrático: prohibiciones municipales para repartir comida en la calle, barreras digitales que excluyen a quienes no manejan tecnología, limitaciones para empadronarse que dejan a miles sin acceso a servicios básicos. “No queremos una Navidad que ilumine las calles y oscurezca a las personas”, sentencian.
“Hacer cola no es el problema”
La CONFER subraya que el verdadero problema no es que haya personas esperando en la calle, sino que “haya que hacer cola para sobrevivir”. Desde esa perspectiva, se preguntan por la falta de recursos, la escasez de personal en servicios sociales, la dificultad para conseguir cita y atención presencial. También denuncian la brecha digital como un factor agravante de la desigualdad: “Mientras muchos compran regalos desde el móvil, miles no pueden ni pedir una cita para renovar un documento”.
Asimismo, la denuncia se dirige a las trabas administrativas para el empadronamiento de personas sin domicilio estable: “Nadie debe quedar sin derechos por no tener una dirección formal”. La CONFER exige que ningún ayuntamiento obstaculice este trámite esencial, “puerta de acceso a la sanidad, la educación y los servicios sociales”.
Una Navidad que no oculte
Los religiosos advierten contra una “ciudad escaparate” que invisibiliza el sufrimiento en favor del decorado navideño. “Se organizan actos oficiales ‘por los vulnerables’, mientras se limita la atención presencial y se deja a muchos sin cita, sin atención y sin voz”.
Por eso, la CONFER reclama:
- La revisión de ordenanzas que penalizan la ayuda comunitaria.
- La garantía del derecho al empadronamiento de toda persona.
- La prioridad de una atención accesible en todas las administraciones.
- Políticas públicas que afronten la pobreza como una responsabilidad colectiva.
- Medidas que protejan la dignidad y la compasión todo el año, no solo en Navidad.
“Jesús nace en los márgenes”
El comunicado cierra con un recordatorio teológico y social: “Jesús nace en los márgenes: ahí donde la vida es frágil, donde la búsqueda de refugio es urgente, donde la esperanza necesita manos que la sostengan”.
Desde ahí, la CONFER denuncia las leyes que endurecen el trato a los migrantes, reivindica salarios dignos, acompaña a quienes viven en soledad y llama a cuidar la Casa Común frente al consumo desmedido. “Porque la verdadera luz de la Navidad no está en los adornos, sino en la forma en que miramos, escuchamos y reconocemos a quienes más lo necesitan”.
