Tan solo una semana después de que León XIV confirmara la jubilación de Rafael Zornoza como obispo de Cádiz y Ceuta, Ramón Valdivia ha celebrado su primera eucaristía en la catedral andaluza como administrador apostólico. O lo que es lo mismo, una misa de ‘toma de posesión’ del obispo auxiliar de Sevilla como gestor provisional de la diócesis después del cese de Zornoza tras el escándalo generado por convertirse en el primer obispo acusado de supuestos abusos sexuales a un menor.
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A las doce del mediodía arrancaba la eucaristía de presentación en la catedral en la que no participó el ya obispo emérito, pero en la que Valdivia estuvo arropado por el otro obispo auxiliar de Sevilla, Teodoro León, así como por sacerdotes, religiosos y laicos. Además, estaba presente el alcalde de Cádiz, Bruno García, así como varios concejales y la delegada del Gobierno andaluz, Mercedes Colombo.
Entregado y sin reservas
El obispo hizo suyo el “Hágase” de la Virgen para vertebrar una homilía en la que se intuía un empeño por calmar los ánimos de unos y otros. Así, confesó que llegaba su nuevo destino “alegre y confiado, entregado y sin reservas”. De hecho, se presentó como un pastor que “siguiendo el ejemplo del Hijo de María pueda servir de puente, como hace nuestra diócesis, entre África y Europa, entre la pobreza y la abundancia, y sobre todo entre las tristezas de quienes sufren y la alegría de participar en la comunión con Cristo”.
Además de agradecer a León XIV el gesto de confiar en él este servicio pastoral, subrayó que su misión en Cádiz y Ceuta para por abordar una etapa de “renovación” desde dos claves: unidad y fraternidad. “Estamos llamados a vivir como hermanos, superando nuestras fallas humanas, para abrazar la misericordia de Dios”, señaló sin hacer referencia directa al caso Zornoza, pero sí algún recado implícito: “No nos faltan problemas, como en todos los hogares del mundo, pero tenemos la inmensa fortuna de estar predestinados a ser hijos de Dios. Basta un pequeño sí para pertenecerle”.
Ensanchar horizontes
Con diplomacia, repasó la “entrega generosa” del ya obispo emérito en estos últimos 14 años. “Gracias por hacerme presente en vuestro camino, en vuestra historia, en vuestros límites y en vuestra gloria”, expresó
El administrador apostólico confesó que este nuevo tiempo lo vive como un “regalo para mí, para que ensanche mis horizontes” y servir a los católicos gaditanos. De hecho, no dudó en lanzar un guiño a la tierra que le acoge: “Estamos llamados a que nuestra fina ironía, la vuestra, haga que nos podamos reír de nuestras limitaciones para abrazar la misericordia de Dios”.
La homilía del administrador fue respaldada con un sonoro aplauso, al igual que sus palabras antes de dar la bendición final. “Hoy comienza también un periodo nuevo en mi vida, también en la vuestra”, admitió, antes de rematar la misa, pidieron oraciones para él. A la par, rezo por la Iglesia de Cádiz “para que sea espejo donde los pobres, los enfermos, los que sufren encuentren un espejo donde mirar y contemplar la misericordia de Dios”.
Antes de la misa en la catedral, Valdivia visitó en el santuario de Nuestra Señora del Rosario a la patrona de la ciudad, y mañana tiene previsto repetir esta eucaristía de ‘toma de posesión’ en el Santuario de Nuestra Señora de África .