La Comisión Diocesana por una Vida Libre de Violencia contra las Mujeres de la archidiócesis de Madrid ha celebrado este 24 de noviembre una vigilia de oración a las puertas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25-N. La parroquia de Santo Tomás de Villanueva de Vallecas acogió el evento que contó con la participación del obispo auxiliar Vicente Martín Muñoz.
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Maltratar a Dios
Una cincuentena de personas ha participado en esta celebración para tomar conciencia del drama de la violencia contra las mujeres, de hecho los nombres de algunas mujeres maltratadas se han hecho presentes en una oración que el obispo ha presentado diciendo: “Hemos venido a poner bajo la cruz de Cristo a todas aquellas mujeres que han perdido la vida a causa de la violencia”. “¿Cuántas mujeres oprimidas por el drama de la violencia de quienes piensan que pueden disponer de ellas?”, interpeló.
En este sentido, recordó que Francisco denunció que “quien maltrata a una mujer profana al Dios nacido de mujer”; y que el cardenal José Cobo señaló que “no podemos mirar a otro lado ante el sufrimiento que llega hasta Dios”. El obispo señaló además que “la Iglesia nació a los pies de una cruz y no puede abandonar a quien por ser mujer sufre crucificada”. Así, denunció que “ninguna forma de violencia es compatible con Dios, como Iglesia no podemos ser cómplices”.
Para el obispo, “es tiempo de denunciar: formas de pensar, prácticas de dominio y abuso”, por lo que defendió que “las víctimas tienen que estar al centro”. Así, defendió que “es tiempo de conversión, de dar la mano a los crucificados”. Ante esto, dio las “gracias a todas las personas comprometidas que se convierten en rostro de la misericordia de Dios”. La vigilia concluyó con una oración-testimonio de una mujer que sufrió violencia.