La Comisión de Protección de Menores reclama a los obispos una mayor transparencia para perfeccionar los protocolos

El presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, el arzobispo Thibault Verny, ha participado en la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Italiana, la CEI, que se está celebrando en Asís con motivo de la Jornada Nacional de Oración por las víctimas y los supervivientes de abusos este 18 de noviembre. Un encuentro en el que ha invitado a dar respuestas profesionales e identificar con transparencia las lagunas en los sistemas de protección de menores para que la Iglesia sea un lugar seguro para todos.

Acuerdo de colaboración

El prelado ha salido al paso de las críticas de algunos informes de los italianos, si bien ha destacado la colaboración que se ha establecido entre la CEI y la comisión desde hace tres años que se firmó un acuerdo de colaboración. “A través de este acuerdo, juntos, estamos ayudando a las comunidades eclesiales a prevenir los abusos, a proteger a quienes están en riesgo y a intervenir con competencia y compasión cuando se producen situaciones de abuso, dondequiera que se manifiesten”, destacó. A pesar de “los malentendidos y las divergencias”, reconoció, “estamos llamados a acompañarnos con prudencia y transparencia, en una dialéctica de escucha sincera y aprendizaje mutuo. Tenemos la intención de continuar por este camino, compartiendo vuestro compromiso y vuestros procedimientos de protección con un número cada vez mayor de Iglesias en todo el mundo”.

“Ante el escándalo de los abusos sexuales, nadie puede afirmar que actúa a la perfección. Creo que todos estamos tratando de hacer lo mejor posible, reduciendo al mínimo el daño”, añadió el presidente. Los obispos italianos repasaron, además, el informe anual de la comisión y concluyeron en día con la misa y una oración por las víctimas y los supervivientes de los abusos, presidida por Ivan Maffeis, arzobispo de Perugia-Città della Pieve y delegado del Servicio regional para la protección de menores y personas vulnerables de la Umbría, en la basílica de Santa María de los Ángeles.