El Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica de España investiga ya la denuncia presentada contra el actual obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, por presuntos abusos sexuales a un menor. Así lo ha reconocido la propia diócesis gaditana después de que el diario ‘El País’ desvelara en su edición de hoy que el Vaticano habría abierto una investigación contra el prelado, de 76 años, por unos hecho que habría tenido lugar durante seis años, cuando Zornoza era el rector del seminario de la Diócesis de Getafe. El denunciante tenía 14 años cuando comenzaron las supuestas agresiones, el joven llegó a ingresar después como seminarista, con 21 años abandonó el centro de formación y hasta entonces, siempre según su testimonio, se habrían producido las agresiones.
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“Durante este tiempo abusó de mí. Era por las noches cuando venía a la habitación y sufría los abusos. Se metía en mi cama, me acariciaba y besaba. Por las mañanas también me despertaba del mismo modo. En esos momentos nunca le dije nada, la parálisis me controlaba”, expone el denunciante en la carta que reproduce EL PAÍS y que envió el pasado verano al Dicasterio para la Doctrina de la Fe que, tras su recepción habría iniciado la investigación correspondiente. El seminarista da detalles más concretos de los supuestos abusos y asegura haber participado en una terapia de conversión de la homosexualidad por iniciativa del hoy obispo. A la vez, en su escrito al Vaticano detalla que años después mantuvo un encuentro personal con Zornoza en el que “simplemente me dijo que nunca fue su intención, aunque me reconoció la manipulación y abusos”.
Plena confianza
“Las acusaciones que se hacen, referidas a hechos que tuvieron lugar hace casi treinta años, son muy graves y además falsas”, sentencia la Diócesis andaluza en un comunicado, en el que se muestra “plena confianza en la justicia y se colaborará con ella en todo lo que sea requerido”.
En la misma nota del Obispado de Cádiz se reivindica “el respeto a la presunción de inocencia que asiste a todas las personas”. Además se detalla que el obispo “ha decidido suspender temporalmente su agenda para el esclarecimiento de los hechos y para atender el tratamiento de un cáncer agresivo que está recibiendo”. Se da la circunstancia de que Zornoza presentó su renuncia en julio de 2024 tras cumplir los preceptivos 75 años de jubilación episcopal. De hecho, a priori estaba previsto un relevo más o menos inmediato que casi un año y medio después no se ha producido.
Acusación formal
En paralelo, desde la Diócesis de Getafe, donde supuestamente sucedieron los hechos que relata el denunciante, ha publicado también otro comunicado para manifestar que “hasta el día de hoy ninguna instancia oficial de la Diócesis ha recibido alguna acusación formal sobre los hechos publicados”. De la misma manera, el equipo que pastorea el obispo Ginés García Beltrán anuncia que “se pone a disposición de los tribunales competentes para cualquier colaboración que nos sea requerida”. “La Diócesis manifiesta una vez más su firme condena de todo tipo de abuso y su compromiso en la lucha contra estos, poniendo todos los medios posibles que eviten factores de riesgo y aumenten la prevención”. Remata en su nota oficial.
Lo cierto es que los hechos por los que se le acusa a Rafael Zornoza habrían prescrito, por lo que no tendría recorrido por la vía civil, pero sí en la justicia eclesiástica, después de que el papa Francisco levantara la prescripción de este tipo de delitos. La Rota llevará a cabo una primera investigación previa y, será entonces cuando se decide si abrir o no un procedimiento que finalizaría con un juicio canónico y una sentencia. La resolución se envía a Doctrina de la Fe para ser ratificada. Tal y como explica ‘El País’, se trataría de la primera vez que en España trasciende públicamente que un obispo está siendo investigado canónicamente por un delito de pederastia.

