“El lenguaje de la Iglesia debe ser claro para la opinión pública, cercano a la vida cotidiana de las personas y ofrecer respuestas a las preguntas de la gente de hoy. Sin abandonar el rigor y la verdad, en ocasiones es necesario modular la precisión en favor de la difusión del mensaje eclesial”. Esta es una de las conclusiones del Encuentro Ibérico de las Comisiones Episcopales para las Comunicaciones Sociales 2025.
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La Comisión para las Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y la Comisión de Cultura, Bienes Culturales y Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) han publicado hoy el documento final del encuentro, que este año ha tenido lugar en Funchal (Madeira), del 3 al 5 de noviembre, centrado en el lenguaje en la comunicación eclesial.
“Ningún medio debe ser descartado por la Iglesia”
Según detallan en el escrito, “informar es el único camino para combatir la desinformación. La comunicación no es una estrategia: es una forma de presencia. No es un adorno: es parte esencial de la misión. Comunicar es hacer visible el amor de Dios en el mundo, es utilizar la palabra para dar a conocer la Palabra”.
Asimismo, señalan que “el lenguaje cambia constantemente: las palabras se transforman, los códigos se renuevan, los formatos se multiplican. La Iglesia debe hablar el lenguaje que todos entiendan, utilizando todos los medios de comunicación disponibles, los más conocidos y aquellos que se han incorporado en los últimos años a la actividad comunicativa”. “Ningún medio debe ser descartado por la Iglesia”, aseveran.
Para los obispos de ambos países, “no basta comunicar. Hay que encarnar el mensaje en la propia vida y así establecer relaciones personales de colaboración y servicio con todos los interesados en construir el bien común. La comunicación eclesial no puede ser solo institucional, sino también relacional”.
Como recoge el texto, “comunicar es escuchar, acompañar y compartir la vida. El papel de los medios de comunicación es el escrutinio de las instituciones, también de la Iglesia católica, que se lleva a cabo mediante la información sobre la verdad y el contraste con sus protagonistas. Buscar el encuentro con los medios es un servicio de la Iglesia a la verdad”, añaden.
Asimismo, concluyen que “la comunicación hoy exige profesionalidad: formación, estrategia, sensibilidad periodística y conocimiento del entorno digital, sin olvidar el desafío que supone la Inteligencia Artificial”.
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La reflexión de estos días, según ponen de manifiesto, “nos lleva también a reconocer y agradecer los pasos dados para favorecer el lenguaje de la Iglesia: hoy hay más presencia de la Iglesia en los medios generalistas, más esfuerzo en la formación para la comunicación, más voces femeninas, más laicos comprometidos en esta misión. No ha terminado el camino, pero los pasos dados son esperanzadores”.
Precisamente, para alumbrar esta reflexión han contado con la presencia y experiencia de Cristina Sánchez, directora de Alfa y Omega, y Gil Rosa, subdirector de Radio Televisión de Portugal en Madeira.