El nuevo obispo de Ciudad Real, Abilio Martínez Varea, ha pedido este lunes “sacar el aborto del debate ideológico” y abordar la cuestión “con más serenidad, desde el punto de vista de la ética, la sociología o la medicina”. Tal como recoge Europa Press, el prelado ha intervenido hoy en los ‘Desayunos Lanza’, el nuevo foro organizado por Lanza en Ciudad Real.
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Martínez Varea ha recordado que “el magisterio de la Iglesia está claro” en este sentido, por lo que ha subrayado que “la vida es un derecho muy básico sobre el cual se montan todos los demás. Si no hay vida, no sirve hablar del resto de los derechos”.
En esa misma línea, insistió en que la Iglesia considera al ser humano por nacer “una persona vulnerable” que debe ser protegida. Y, para ello, reclamó un debate más honesto y menos polarizado: “En el debate de la sociedad deberíamos retirar lo que son las ideologías y debatir con más serenidad, desde la ética, la sociología o la medicina”.
El obispo subrayó también la necesidad de políticas públicas que acompañen a las mujeres en situaciones difíciles: “La Iglesia intentamos contribuir a ello, y que haya una defensa de la madre que ha quedado embarazada. Políticas que puedan favorecer que su decisión sea seguir adelante y no interrumpir el embarazo”. Todo ello, añadió, exige “apoyar a las mujeres en todo momento”.
Abilio Martínez Varea, obispo de Ciudad Real
“Cierto giro y rebrote católico” entre los jóvenes
Martínez Varea abordó también la relación de los jóvenes con la fe, a raíz del fenómeno cultural generado por la película Los Domingos y la nueva canción de Rosalía, ‘Berghain’. Ambos trabajos, dijo, han abierto un debate sobre la espiritualidad y la reaparición de símbolos religiosos en la cultura pop.
El obispo reconoció que no ha escuchado la canción de Rosalía —“solo escucho la radio cuando voy en coche, y siempre pongo la COPE o Radio María”, admitió con humor—, pero sí se ha interesado por el movimiento que ha despertado: “A raíz de este movimiento investigué un poco”.
“Veremos cómo cuaja, pero hay cierto giro y rebrote católico”, continuó. Una reacción, explicó, al intento de reducir al ser humano a pura biología: “Se ha insistido tanto en que somos materia, en que todo se termina y en que somos reacciones químicas, pero la persona tiene una parte espiritual. Somos algo más que materia”.
En este sentido, advirtió que “las redes sociales no crean comunidad” y defendió que la Iglesia “ofrece un espacio donde poder hablar, verse y compartir”: “Las redes sí que sirven, pero no satisfacen las necesidades de la persona”.
