Buscaba ser una jornada festiva, con la que intentar atraer más personas y fondos para su causa. Y, sin embargo, acabó en tragedia. Ayer, por primera vez en su medio siglo de historia, la autodenominada Iglesia Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz, considerada una secta desde la perspectiva católica, celebró una jornada de puertas abiertas.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Sin embargo, la iniciativa desembocó en tragedia. Al concluir los eventos programados y cuando solo se encontraban en la finca los miembros de la entidad, una menor de tan solo un año y medio perdió la vida tras ser atropellada por un vehículo. Se trataba de una niña que pertenecía a una familia francesa. La Guardia Civil de Tráfico, se hizo cargo de la investigación, detuvo al conductor del vehículo y trata de esclarecer las posibles responsabilidades penales en estos hechos, que sucedieron sobre las once y media de la noche.
Jubileo frustrado
Considerada una secta por la Iglesia católica, en el marco del jubileo por sus 50 años de existencia, la entidad organizó este pasado domingo una magna procesión convocada por redes sociales con sus dos titulares: la Santa Faz y la Virgen del Palmar Coronada.
Esta propuesta llegaba cuando, a priori, los palmarianos se encontrarían en horas bajas en lo que a financiación y adeptos se refiere. Si en su momento de mayor auge llegaron a contar con más de cinco mil fieles, ahora apenas superarían el millar, principalmente extranjeros, con preeminencia de miembros centroeuropeos. De hecho, el grupo religioso, capitaneado desde 2016 por el suizo Joseph Odermatt, que se considera a sí mismo Papa bajo el nombre de Pedro III.
Unas mil personas
Sumando los curiosos y vecinos que se acercaron a este enclave situado a unos 50 kilómetros de Sevilla, apenas sumaban mil personas en el evento. Ni siquiera pudieron contar con costaleros propios para su particular estación de penitencia y los pasos desfilaron durante dos horas en el entorno de la denominada catedral gracias a un sistema motorizado.
El jubileo palmariano tendría su razón de ser en la construcción del templo, que cumple medio siglo. Sin embargo, el inicio de la rocambolesca historia de esta plataforma se remonta a marzo de 1968. Cuatro chicas aseguraron que se les había aparecido la Virgen en una finca de la pedanía sevillana.
Histeria colectiva
El tirón devocional que lograron fue contrarrestado por el cardenal José María Bueno y Monreal, como arzobispo de Sevilla, que frenó en seco cualquier acto religioso en el lugar en 1970 al comprobar que no había fenómeno extraordinario alguno y llegándolo a calificar de “histeria colectiva”.
Luis Santamaría del Río, el teólogo considerado el mayor experto en sectas de nuestro país, sostiene que “podemos afirmar sin equivocarnos que se trata de una secta. Así nació y así ha continuado siéndolo hasta el día de hoy”. Eso sí, alerta de que “legalmente, la Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz es una confesión religiosa debidamente inscrita en el Registro de Entidades Religiosas”.
Caldo de cultivo
Esto permite a la institución mantener ciertos derechos, pero también debería responder ante determinadas obligaciones públicas: “Considero que ha habido una importante dejación de funciones de las administraciones ante los abusos que ha habido en esa comunidad, lesionando los derechos y libertades de sus miembros, especialmente de los menores de edad”. “Los testimonios son escalofriantes”, desvela el investigador del fenómeno sectario.
En relación a esta jornada de ‘puertas abiertas’, Santamaría advierte de ese intento de captación que habría detrás: “No olvidemos cuál fue el caldo de cultivo que propició el éxito inicial del Palmar de Troya: los nostálgicos de una Iglesia anterior al Concilio Vaticano II, los que se sintieron defraudados con una jerarquía a la que consideraban traidora de la verdadera identidad católica”. Y apostilla: “En el ambiente de enfrentamiento y polarización que en ocasiones se da también dentro de la comunidad católica, puede haber un sector quizás más receptivo a lo que en principio solo serían ideas delirantes”.