El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) denuncia que el 88,89% de las personas que acompañaron en los Centros de Internamiento de Extranjeros en 2024 llevaban más de un año en España, es decir, son migrantes con arraigo. Así se recoge en el 15º Informe sobre los CIE, titulado ‘Raíces Tras los Muros’, que han presentado esta mañana en el Congreso de los Diputados.

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En concreto, el 59,6% de estas personas llevaba entre 1 y 7 años en España, el 15,82% más de 15 años y el 13,47% entre 7 y 15 años. De hecho, menos de un año solo llevaba el 11,11%, según ha detallado Iván Lendrino, coordinador del programa CIE en SJM y Pueblos Unidos y autor del Informe.

El SJM reconoce que estos datos “reflejan una paradoja dolorosa: muchas de las personas internadas en los CIE ya han echado raíces en España, poseen proyectos de vida, familiares y comunitarios consolidados. Sin embargo, la política migratoria continúa situándolas tras los muros de estas intalaciones”.

Sobre los perfiles, la mayor concentración de edad es entre los 25 y 46 años, destacando las nacionalidades de Colombia y Marruecos. Así, entre los internos hay más hispanos (42,3%) que africanos (38,53%), siendo los latinoamericanos y los magrebíes los internos más numerosos.

Presentación del Informe del SJM sobre los CIE 2024

Como revelan los datos oficiales de la Dirección General de la Policía, en 2024 fueron internadas en los CIE un total de 1.863 personas, una cifra inferior a la de 2023 (2.085). Entre ellas se registró un incremento de mujeres, 85 frente a las 64 mujeres internadas el año anterior, además de casos de especial vulnerabilidad. Se recibieron un total de 853 solicitudes de protección internacional.

Ante estas cifras, el SJM recuerda que “la Ley de Extranjería establece que el internamiento debe ser una medida excepcional y no penitenciaria, concebida únicamente para facilitar la repatriación. No obstante, los casos acompañados muestran que esta excepcionalidad no se respeta: se priva de libertad a personas con largas trayectorias de arraigo, sin valorar circunstancias personales ni contemplar alternativas legales ya previstas”.

Incluso en el prólogo del Informe, firmado por la investigadora en Derechos Humanos Olga Rodríguez Francisco, se denuncia “el racismo institucionalizado, la discriminación, deshumanización y exclusión que reciben las personas migrantes”, al mismo tiempo que recuerda que “‘los otros’ somos también nosotros”.

Preocupación por el “macro” CIE de Algeciras

Durante la presentación, Lendrino ha señalado que en 2024 estuvieron activos los CIE de Algeciras, Barcelona, Las Palmas, Murcia, Valencia y Madrid (tras la reapertura de Aluche a finales de 2023). Así, ha celebrado que el de Tenerife permaneciera inactivo por tercer año consecutivo. No obstante, ha lamentado que se siga construyendo el nuevo “macro” CIE de Algeciras-Botafuegos para el que el Gobierno ha destinado 3o millones euros.

Como se pone de manifiesto a lo largo del Informe, la mayoría de los internamientos se produjeron por causa de expulsión: 1.563 personas (83,90%) frente a 300 por devolución (16,10%).

Por otro lado, 1.037 personas fueron repatriadas forzosamente desde CIE (55,61% de las internadas). De ellas, 977 por orden de expulsión y 60 por devolución por prohibición de entrada, pero cerca de la mitad de las personas internadas no fueron repatriadas.

En todo el año se registraron un total de 3.286 repatriaciones forzosas en todo el territorio. De ellas, 2.923 correspondieron a expulsiones (88,95%) y 363 a devoluciones y salidas obligatorias (11,05%). 9. Un 31,56% de las 3.286 repatriaciones forzosas se ejecutaron desde CIE, mientras que el resto de retornos forzosos se llevaron a cabo en relación a otros espacios (comisarías, CATE, aeropuertos…).

14 protocolos de prevención de suicidio

Un año más, el Informe pone el foco en la salud mental, insistiendo en que en 2024 se aplicaron 14 protocolos de prevención de suicidio y de otras formas de autolisis, 166 separaciones preventivas y 358 quejas, concentradas sobre todo en Madrid y Barcelona, los centros con mayor volumen de internamiento.

En otro orden, los jesuitas denuncian que “persiste la falta de transparencia y la ausencia de mecanismos estatales que informen periódicamente sobre internamientos, repatriaciones y procedimientos aplicados durante todo el proceso de detención, privación de libertad y retorno forzoso”.

Ausencia de diputados

Por su parte, “se mantiene la falta de mecanismos efectivos de acceso a la defensa y tutela judicial: el laberinto legal de los procedimientos de expulsión e internamiento provoca indefensión y ausencia de garantías, especialmente en el momento del internamiento y la eficacia en el acceso a abogados para los distintos asuntos procesales en curso”.

Durante la presentación, Cel Far Sicart, coordinadora del equipo de visitas al CIE de Barcelona-Zona Franca, Fundació Migra Studium, ha relatado la experiencia de las visitas, obstáculos constantes y el impacto del internamiento en la vida de las personas. “He sido testigo de vidas que se rompen detrás de los muros del CIE”, ha afirmado.

“Elena, Malon, Haddou, Brian… son solo algunos de los nombres de quienes solicitaron visita. Algunos nunca los llegué a conocer: la burocracia es tan lenta que, cuando lográbamos acceder, ya habían sido expulsados o puestos en libertad relativa”, ha lamentado.

El SJM también constata que “los CIE siguen ausentes del debate social y político -un ejemplo es la escasa participación de diputados en la presentación-, en un contexto decisivo, marcado por cambios normativos como la aplicación del Pacto Europeo de Migración y Asilo (PEMA), la reforma de la Ley de Extranjería y la proliferación de discursos que criminalizan a las personas migrantes”.

Un año más, el SJM reclama el cierre de todos los CIE e invita a la sociedad a unirse el próximo 4 de octubre a las vigilias de oración a las puertas de los centros de Madrid (por la mañana) y Barcelona (por la tarde).