En un discurso dirigido a los miembros del Grupo de Trabajo sobre el Diálogo Intercultural e Interreligioso del Parlamento Europeo, León XIV ha querido trazar una línea clara entre fe y política, pero sin caer en la exclusión de lo religioso del espacio público. “Las instituciones europeas necesitan personas que sepan vivir un secularismo sano, es decir, un estilo de pensamiento y acción que afirme el valor de la religión, preservando al mismo tiempo la distinción —no la separación ni la confusión— con la esfera política“, ha afirmado el Papa.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
El Pontífice ha felicitado a los miembros del grupo por impulsar una iniciativa que, según dijo, “puede dar muchos frutos» y recordó que promover el diálogo entre culturas y religiones “es un objetivo clave para un político cristiano”.
“Ser hombres y mujeres de diálogo significa permanecer profundamente arraigados en el Evangelio y en los valores que de él brotan y, al mismo tiempo, cultivar la apertura, la escucha y el diálogo con quienes provienen de otros contextos”, explicó el Papa. Una actitud que, en su opinión, solo puede sostenerse si se mantiene en el centro “la persona humana, su dignidad y su naturaleza relacional y comunitaria”.
León XIV en la audiencia con el Grupo de Trabajo sobre el Diálogo Intercultural e Interreligioso del Parlamento Europeo
Vivir en sociedad
“La palabra religión se refiere a la noción de conexión como elemento original de la humanidad”, señaló el Papa. “Cuando es auténtica y se cultiva adecuadamente, la dimensión religiosa puede enriquecer enormemente las relaciones interpersonales y ayudar a las personas a vivir en comunidad y en sociedad”.
Por último, en un contexto europeo atravesado por tensiones y tentaciones de repliegue, el Papa señaló la urgencia de recordar lo esencial: “¡Qué importante es hoy destacar el valor y la importancia de las relaciones humanas!”.