Amén de la participación mañana en la misa dominical presidida por el papa León XIV en la que serán canonizados Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati, ayer por la tarde culminó el jubileo de la esperanza para los católicos LGTBIQ+.
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Se calcula que más de 1.400 peregrinos atravesaron ayer la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro como parte del encuentro organizado en estos días por la asociación italiana La Tenda di Gionata. Se trata de una iniciativa que podría calificarse de histórica, en tanto que por primera vez el colectivo participa como tal en un año jubilar y, además, han sido reconocidos oficialmente dentro del calendario de la Santa Sede. Eso sí, fuentes vaticanas han querido matizar que el hecho de incluirles en la agenda no implicaba “respaldo ni patrocinio”.
Caminar al Vaticano
En paralelo, el apoyo oficial de la Iglesia llegaba de la mano del vicepresidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el obispo Francesco Savino, que presidió la eucaristía previa a la caminata hacia el Vaticano en la Chiesa del Gesù. El templo de los jesuitas en Roma se quedó pequeña para acoger a los participantes en el jubileo. La homilía de Savino fue acogida de tal manera que fue interrumpida por los aplausos de los fieles al hacer una referencia a cómo los años jubilares están destinados a devolver la esperanza a los excluidos.
“El Jubileo era el momento de liberar a los oprimidos y devolver la dignidad a aquellos a quienes se le había negado”, entonó el obispo de Cassano Allajonio. Y fue más allá: “Hermanos y hermanas, digo esto con emoción: es hora de devolver la dignidad a todos, especialmente a quienes se le ha negado”. Savino verbalizó además que había recibido la bendición de León para oficial la misa para los peregrinos LGTBIQ+. “Vaya a celebrar este Jubileo de las asociaciones que se ocupan de estos hermanos y hermanas”, dijo textualmente el obispo.
Ser bienvenido
“Tenía la sensación de que no era bienvenido en la Iglesia. No porque estuviera haciendo nada, sino simplemente por quién era. Tenía miedo de volver por el juicio”, compartía John Cappozzi, un norteamericano que ha decidido viajar a Roma con su marido, después de reconciliarse con la institución ante los gestos de acogida del fallecido papa Francisco.
Esta misma sensación la comparte James Martin, el sacerdote jesuita que acompaña a la comunidad católica LGTBI y que esta misma semana fue recibido en audiencia por León XIV. “Escuché el mismo mensaje del papa León que escuché del papa Francisco, que es el deseo de dar la bienvenida a todos, incluidas las personas LGBTQ”, expuso tras su encuentro con el nuevo Papa.