Después de 15 años como profesora de la asignatura de Religión en diferentes institutos de Secundaria de la Asturias más rural, Susana García Muñiz se trasladó a vivir a Oviedo y dio el salto como tutora en un centro de Primaria. Actualmente es maestra de inglés en el Colegio Público Germán Fernández Ramos.

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“Como cristiana, creo que podemos hacer una labor muy interesante en las aulas. Es una forma diferente de evangelizar y de llevar la Buena Noticia, no solo a los alumnos, sino a toda la comunidad educativa”, explica Susana, que vive su vocación educadora como “un servicio a todos”.

“Lo cierto es que con cumplir mis horas, no meterme con nadie y ejercer como docente estaría cubierta mi labor, pero estamos llamados a no quedarnos ahí”, comenta sobre una actitud de colaboración y disponibilidad, lo mismo para compartir recursos con los compañeros de claustro que propiciando una atención personalizada a los niños con necesidades especiales.

Imagen de inicio de curso. EFE/Biel Aliño

Con las familias

Y, por supuesto, con las familias. “Sé que tengo que adaptar mis tutorías para ser facilitadora con determinadas madres que trabajan en la hostelería y que no pueden pedir horas para venir a las reuniones”, detalla sobre esos gestos evangélicos que, para el que lo mira desde fuera, hablan de flexibilidad y que Susana ve cómo “una simple acción humanizadora que haría Jesús”.

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