León XIV apuesta por una “diplomacia de la esperanza”, una “política de la esperanza” y una “economía de la esperanza”

El Papa recibe en diferentes audiencias a la Red Internacional de Legisladores Católicos, a cuatro capítulos generales y al ‘Chagos Refugees Group’, de Islas Mauricio

León XIV apuesta por una “diplomacia de la esperanza”, una “política de la esperanza” y

El papa León XIV ha retomado con intensidad sus audiencias de los sábados. Así, en este día ha recibido a diferentes grupos y colectivos. Uno de ellos son los miembros de la Red Internacional de Legisladores Católicos a quienes ha invitado a “promover el florecimiento humano integral”.



Desarrollo humano

En su primera audiencia de la mañana reflexión con los participantes en la decimosexta reunión anual de esta red, a quienrs pidió que sean constructores de puentes entre la llamada Ciudad del Hombre y la Ciudad de Dios, en expresión de san Agustín, frente a los retos actuales. Entre los que están los cambios de poder, nuevas alianzas geopolíticas, el peso de las corporaciones globales, avances tecnológicos y múltiples conflictos violentos. Por ello, los legisladores deben impregnar la vida pública de los valores del Reino de Dios para abrir caminos de esperanza y verdadero florecimiento humano, según recogen los medios vaticanos.

León XIV propuso la visión cristiana del desarrollo humano integral, que abarca todas las dimensiones de la persona: física, social, cultural, moral y espiritual. Así como trabajar por un orden donde “el poder sea domado por la conciencia y la ley esté al servicio de la dignidad humana”. También pidió rechazar la mentalidad pesimista y desarrollar una “diplomacia de la esperanza”, una “política de la esperanza” y una “economía de la esperanza”, según la acción transformadora de la gracia de Cristo.

Signo y profecía

En otra de las audiencias, el Papa ha recibido a capítulos generales de cuatro congregaciones: Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, Instituto Hijas de Nazaret, Instituto Apóstoles de la Sagrada Familia y las Hermanas del Buen Consejo. Les ha recordado que están “llamadas a ser signo y profecía” de los valores de la Familia de Nazaret. Para el Papa, las monjas “traen la presencia fiel y providente del Señor en las historias de sus institutos; ofrecen la virtud con la que, quienes las han precedido, a menudo atravesando duras pruebas, han respondido a los dones de Dios”.

Con su apostolado, añadió, se convierten en “testigos de esperanza por excelencia; sobre todo de esa esperanza que nos orienta constantemente hacia los bienes futuros y de los cuales, en cuanto religiosas, están llamadas a ser signo y profecía”. A los institutos les recordó que “el Espíritu Santo les ha dado dones particulares para el bien común, también por medio de la inspiración de grandes escuelas de espiritualidad, como la franciscana y la salesiana. Sin embargo, hay un rasgo que muchas de ustedes comparten: el deseo de vivir y transmitir a los hermanos los valores de la Sagrada Familia de Nazaret, hogar de oración, forja de amor y modelo de santidad”. Y es que, añadió, el valor de la familia que “precisa más que nunca ser ayudada, promovida y animada; con la oración, con el ejemplo y con una acción social diligente, dispuesta a socorrerla en sus necesidades. En este sentido, el testimonio carismático y el trabajo que ustedes realizan como consagradas, pueden hacer mucho”.

El Papa Con Las Participantes En Cuatro Capitulos Generales

El Papa con las participantes en cuatro capítulos generales

Vuelta a casa

Tras el encuentro con las religiosas, el Papa saludó al ‘Chagos Refugees Group’, de Islas Mauricio. El archipiélago de las islas Chagos es un territorio británico de ultramar desde 1965 cuando se separó de Mauricio en el que se creó una base estadounidense que desplazó a dos mil personas, algo que la Corte Internacional de Justicia declaró ilegal en 2019, provocando que la ONU aprobara la solicitud al Reino Unido de devolver el archipiélago a las Islas Mauricio, algo que ha se ha cerrado con un tratado en mayo de 2025.

Por ello, el Papa defendió –haciendo su discurso en francés– que “ningún pueblo puede ser obligado al exilio forzoso”. Para el pontífice, “los pueblos, incluso los más pequeños y débiles, deben ser respetados por los poderosos en su identidad”. El tratado para León XIV es “una señal alentadora” que tiene una “fuerza simbólica en la escena internacional” y que es, además, “un paso significativo hacia vuestro regreso a casa”. “Agradezco a todas las personas de las partes implicadas que, abriendo su corazón, han comprendido el sufrimiento de vuestro pueblo y han llegado a este acuerdo” con el que han “podido finalmente remediar una grave injusticia”, añadió, deseando que miren con esperanza al futuro.

Refugiados Isla Mauricio

Miembros del ‘Chagos Refugees Group’, de Islas Mauricio con el papa León XIV

 

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