Los Obispos chilenos adhieren al llamado de León XIV a la Paz

“Con el Papa imploramos al Señor no solo por la paz en medio de los graves conflictos armados internacionales, que hieren a tantos pueblos y causan innumerables víctimas —niños, mujeres, voluntarios, y civiles inocentes, entre otros—, sino también por una paz que toque el corazón de quienes siembran violencia en nuestras calles y barrios, en centros educativos y sociales, en los estadios y en el debate político”, dicen los obispos del Comité Permanente del Episcopado chileno en su mensaje de adhesión al llamado del papa León XIV.

Inician ese mensaje citando las palabras del Papa al concluir la Audiencia General de este miércoles 20 de agosto: “El próximo viernes 22 de agosto celebraremos la memoria de la Santísima Virgen María, Reina del Cielo. María es la Madre de los creyentes aquí en la tierra y también es invocada como Reina de la Paz. Mientras nuestra tierra continúa herida por las guerras en Tierra Santa, en Ucrania y en muchas otras regiones del mundo, invito a todos los fieles a vivir el 22 de agosto una jornada de ayuno y oración, implorando al Señor que nos conceda paz y justicia, y que enjugue las lágrimas de quienes sufren a causa de los conflictos armados en curso. Que María, Reina de la Paz, interceda para que las personas encuentren el camino de la paz”.

Paz, fruto de la justicia y el perdón

Al adherir a este llamado, los obispos de Chile convocan “al Pueblo de Dios que peregrina en nuestra patria a unirse en esta jornada de oración y ayuno por la paz, de manera personal y comunitaria”.

Agregan que “anhelamos y trabajamos por un país y un mundo donde la paz, fruto de la justicia y del perdón, sea el fundamento de una vida más fraterna y esperanzadora para todos. Invitamos a los católicos, a los creyentes de distintas confesiones de fe, como a cada persona de buena voluntad a unirse a esta intención común”.

Concluyen poniendo con confianza en “la intercesión de María, Reina de la Paz, este anhelo profundo del corazón humano”.

Firman el mensaje los cinco obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile.