Tras intervenir en la radio catalana este martes, el miércoles 13 de agosto el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, ha vuelto a la radio y ha defendido en la Cadena Cope la libertad religiosa como una cuestión de “dignidad humana”, a raíz de lo sucedido en el ayuntamiento de Jumilla, en Murcia, tras la prohibición de celebraciones religiosas en recintos públicos para evitar que la comunidad musulmana celebre la fiesta del cordero en un polideportivo.
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Libertad religiosa
El prelado ha defendido “la nota de la Conferencia Episcopal Española es correctísima, apelando a la Constitución y a la Declaración de los Derechos Humanos” en sintonía con el evangelio y el magisterio; sin esconder su “perplejidad” ante decisiones como la tomada por el consistorio murciano. “Tenemos que respetar a las personas por su dignidad y su condición, aunque no piensen como nosotros. Esto es lo que dice la Conferencia y lo que decimos los obispos”, apuntó Planellas.
Para el primado de las Españas y también presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, “el derecho a la libertad religiosa y de culto es para todos”, y así “todos tenemos que estar atentos y responder a esto, la Iglesia Católica tiene que defender la libertad religiosa en España y en todos los países del mundo. Si nosotros pedimos esto, también lo tenemos que pedir para los demás”, añadió el prelado que en esta ocasión no se ha referido directamente a Vox o Santiago Abascal.
Comentando la realidad española, incitó a comprender la pluralidad religiosa. “Para nosotros ha sido una novedad, estábamos acostumbrados a que aquí solo había Iglesia Católica. Ahora ha venido gente de otras partes, de otros cultos y a veces nos resulta sorprendente, pero si se hace con el debido respeto tenemos que aceptarlo. Ante esta novedad, tenemos que adaptarnos y ser conscientes de lo que hay”, comentó subrayando la importancia de la dignidad de las personas en medio de una situación de una “cristianismo adormecido”.
En concreto, ante la medida política, comentó un caso personal: “Yo me he encontrado en mi misión pastoral que a veces hemos necesitado un pabellón, ¿ahora nosotros no tendríamos derecho a ello? Tenemos que estar muy atentos porque si no es para unos, tampoco será para los demás. Esto es un principio básico, aunque independientemente de esto, tenemos que subrayar la dignidad de la persona. Si hay altercados es otra cosa, pero cuando se actúa con respeto hay que aceptarlo”, insistió. A la vez que pidió que “cuando se polarizan las situaciones o se criminalizan a los inmigrantes, no funciona. Los emigrantes son la inmensa mayoría forzados. Esto significa que el problema no son las personas, son las situaciones y las causas que obligan a las personas a irse de su casa. Tenemos que estar muy atentos por la dignidad que se merece cada persona”, reclamó destacando el trabajo de laiglesia de Canarias. “Esto no es meterse en política, es afrontar una realidad social urgente, una realidad que incide en personas concretas que están padeciendo de una manera bárbara”, sentenció.
