Cónclave de la HOAC en Madrid para dar respuestas a “las nuevas vulnerabilidades en el mundo del trabajo”

  • La Hermandad Obrera de Acción Católica celebra sus cursos de verano con más de 200 participantes
  • “La falta de cuidado hacia el trabajo deteriora la vida y nos aleja de su sentido humano”, denuncia Maru Megina

HOAC Cursos de verano

“La falta de cuidado hacia el trabajo deteriora la vida y nos aleja de su sentido humano”. Así lo ha expresado Maru Megina, actual presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) -en septiembre será reemplazada por Paloma Becerra- al presentar los cursos de verano que este año se celebran en Madrid.



Con el lema ‘Ante las nuevas vulnerabilidades en el mundo del trabajo: nuevas sensibilidades y respuestas’, el movimiento de la acción católica especializada se da cita en el Colegio Mayor Universitario Marqués de la Ensenada del 4 al 10 de agosto.

Más de 200 participantes reflexionarán estos días en un encuentro en el que participarán Vicente Martín, obispo auxiliar de Madrid; y Abilio Martínez, obispo de la Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española y obispo electo de Ciudad Real. Así, la ponencia marco estará a cargo de Imanol Zubero, sociólogo y autor colaborador de FOESSA.

Cuatro preguntas

“En esta ocasión, queremos adentrarnos en las nuevas formas de fragilidad que emergen en el mundo del trabajo, más visibles y extendidas en el momento presente”, afirma Megina.

En ese sentido, se harán cuatro preguntas: “¿Qué necesidades reclaman respuesta? ¿Qué sensibilidades debemos cultivar? ¿A quién y cómo cuidar? ¿Cómo actuar como Iglesia encarnada para ofrecer alternativas éticas y políticas transformadoras?”.

Según la presidenta, “observamos cinco grandes vulnerabilidades que nos interpelan con urgencia”:

  1. El paradigma tecnocrático, que destruye y precariza empleos.
  2. La degradación ambiental, que amenaza la vida y la Casa común.
  3. La criminalización de trabajadores migrantes, excluidos del derecho de ciudadanía.
  4. El impacto específico de la desigualdad y el trabajo indigno sobre las mujeres.
  5. La llamada flexiexplotación, que socava derechos laborales elementales.
Maru Megina, presidenta de la HOAC

Maru Megina, presidenta de la HOAC

“Estas realidades provocan situaciones insostenibles: personas sin acceso a una vivienda digna, sin posibilidad de planificar su vida, empobrecidas a pesar de tener empleo, atrapadas en trabajos que no les permiten realizarse ni vivir con seguridad. En definitiva, una existencia marcada por la incertidumbre y la injusticia, denuncia.

Como advierte Megina, “estas formas de vulnerabilidad profundizan un sistema deshumanizado que se ha convertido en una cultura dominante, muchas veces aceptada con resignación o indiferencia. Frente a ello, necesitamos respuestas alternativas que rompan la lógica individualista y abran camino a la fraternidad y a la amistad social”.

Para ello, “es imprescindible comprender bien estas vulnerabilidades, reflexionar sobre sus causas y consecuencias, y articular estrategias comunitarias para afrontarlas. Acompañar a las víctimas, promover cambios en la forma de enfrentarlas, compartir experiencias transformadoras y construir propuestas comunes orientadas al bien común es tarea de este proceso”.

Y ha continuado: “Debemos denunciar con firmeza el progresivo deterioro de las condiciones de vida y trabajo, marcado por la precariedad laboral, la dificultad de acceso a la vivienda o la imposibilidad de disponer de tiempo de descanso”.

Políticas eficaces

Megina ha considerado también urgente “avanzar hacia políticas eficaces que combatan las causas estructurales de esta situación, garanticen ingresos suficientes, empleos dignos y útiles socialmente, y favorezcan una distribución justa de la riqueza”. “Es necesario transformar el modelo económico y el sistema financiero, revisando la fiscalidad para asegurar derechos sociales universales”, ha aseverado.

Al término de sus palabras, Megina ha expresado su deseo de que “los retos del mundo laboral actual nos impulsen a desarrollar nuevas sensibilidades sociales, capaces de iluminar actuaciones más justas, de romper prejuicios y construir vínculos nuevos en los que el bien común, la justicia y el cuidado del trabajo estén en el centro”, porque “no hay vida buena sin trabajo digno. Y no hay trabajo digno sin una comunidad que lo defienda, lo cuide y lo celebre”.

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