Se realizó en la provincia de Córdoba, el II Encuentro de la Red Clamor de la Argentina con las organizaciones eclesiales dedicadas a la lucha contra la Trata de Personas. Al finalizar el Encuentro enviaron un mensaje bajo el título: “Embajadores de esperanza: juntos contra la trata de personas”
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Participaron miembros de las siguientes instituciones: Acción Católica Argentina, Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas, Equipo No a la Trata, Pastoral y Asociación Guadalupe, Juntas en Camino (Parroquia Sagrada Eucaristía), Hermanas Esclavas Adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad, Orden de la Merced, Hermanas Servicio Social Misionero, Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús, Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, Red Kawsay, Red Infancia Robada, arquidiócesis de Córdoba, arquidiócesis de Salta, arquidiócesis de Corrientes, arquidiócesis de Mendoza, diócesis de La Rioja, arquidiócesis de Bahía Blanca, Pastoral Social de arquidiócesis de Mercedes Luján, Pastoral para la Prevención de la Trata de Orán, Pastoral de Migrantes de Avellaneda-Lanús, Río Gallegos, Merlo-Moreno y Rosario, Pastoral de Turismo de Santiago del Estero, Hermanas Oblatas, Área Trata de Personas de la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes.
Compromiso como Iglesia
En consecuencia, han renovado su compromiso como Iglesia de actuar en red y de forma articulada, en sintonía con las palabras del papa Francisco que resuenan en lo profundo: la trata de personas niega la dignidad humana y “es un crimen contra la humanidad” (Francisco, 12/12/2013).
Durante estas jornadas, analizaron la situación de las víctimas y de los sobrevivientes de trata, abuso y otras formas de esclavitud moderna. También, han escuchado testimonios y la opinión de profesionales. Los participantes del Encuentro reflexionaron sobre la necesidad de contención y acompañamiento a las víctimas y sobrevivientes, mirándolas en su integridad con una perspectiva eclesial, espiritual, legal y médica.
Compartieron las realidades actuales de las instituciones de Iglesia y el aporte de profesionales en la materia, y trabajaron sobre los conceptos de igualdad y equidad, masculinidades y feminidades, priorizando las situaciones de violencias basadas en género.
Otro momento destacado fue la búsqueda, en conjunto, de modos de acompañar no solo a las víctimas sino también a aquellos que ejercen la violencia, con la mirada puesta en cambiar patrones deshumanizantes.
Y en este escenario, profundizaron la legislación nacional e internacional en materia de trata de personas y explotación de las infancias, desde una perspectiva de derechos humanos.
Colaboración articulada
Se vio la necesidad y la importancia de lograr una colaboración articulada entre los distintos grupos que actuamos en la lucha contra la trata:
- estar espiritualmente formados y sostenidos para acompañar,
- contener y dar respuesta a quienes sufren este terrible delito;
- gestionar recursos para llevar adelante nuestra misión de iglesia, dado que las políticas públicas desfinanciadas han dejado un vacío en la asistencia a las víctimas.
De aquí en adelante, se han propuesto distintas acciones para ahondar en este camino:
- incorporar en las comunidades acciones educativas de concientización, prevención en la trata y abuso de personas;
- exigir el financiamiento necesario a las políticas públicas para la protección y asistencia a las víctimas y sobrevivientes, en materia económica, habitacional, legal y de salud integral;
- utilizar las redes sociales y medios de comunicación como herramientas de denuncia y sensibilización.
Finalmente, señalaron en el mensaje conclusivo: “La desesperanza aprendida por las víctimas en el dolor, puede revertirse, porque en palabras de una sobreviviente: ‘sólo con el amor, se vuelve a casa’”. Por eso, nos comprometemos a seguir caminando “Juntos contra la trata”.
