Más de 23.000 jóvenes españoles y medio centenar de obispos están inscritos hoy por hoy para participar oficialmente en el jubileo para ellos que se celebrará del 28 de julio al 3 de agosto en Roma, en el que está previsto que participen cerca de medio millón de peregrinos.

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Aun así, desde la Conferencia Episcopal Española confían en que sean muchos más los que acudan a estas jornadas más allá de las inscripciones llegando a los 30.000, el segundo país con mayor participación solo por detrás de Italia y por delante de Francia y Portugal. En la reciente Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, celebrada en 2023, se alcanzaron los 100.000 jóvenes.

Desde Tor Vergata

Así se puso de manifiesto esta mañana en la rueda de prensa convocada esta mañana en Madrid y en la que participaron el presidente de los obispos y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, así como el director del secretariado de la Subcomisión Episcopal para la Juventud y la Infancia, Raúl Tinajero.

Amén de cruzar las puertas santas de las diferentes basílicas romanas, el acto central del Jubileo de los Jóvenes tendrá lugar la vigilia y la eucaristía con León XIV en Tor Vergata que tendrán lugar el 2 y 3 de agosto.

Acto propio

Junto a ello, los españoles tendrán su propio encuentro jubilar el 1 de agosto en la plaza de San Pedro, que incluirá una misa presidida por Luis Argüello, además de un festival musical y de testimonios. Aunque es habitual que los españoles celebren un acto propio en todas las Jornadas Mundiales de la Juventud, es la primera vez que la plaza que es epicentro del cristianismo acoja una cita de este tipo, con un único país como protagonista.

“Tener un acto en el lugar donde el Obispo de Roma celebra la eucaristía o imparte una bendición es significativo porque implica hacer visible la comunión de las diversas realidades eclesiales de España y la comunión con la Iglesia de Roma y del Papa”, apuntó el presidente del Episcopado.

Proyecto pastoral

“Aunque suene un poco atópico, los jóvenes son ya realidad y esperanza en la vida de la Iglesia”, comentó Luis Argüello, que aclaró que “no se trata de una Jornada Mundial de la Juventud, aunque tenga unos aspectos análogos”. “Se trata de un momento de singular importancia, que vinculamos a un proyecto de pastoral con jóvenes y queremos impulsar su continuidad”, añadió.

Argüello subrayó la necesidad de que eventos como el jubileo se enmarquen en un proceso de discernimiento para todas las vocaciones, tanto sacerdotal como a la vida consagrada y al laicado. “¿Quiero dar mi vida al capitalismo dominante o al Señor, a la Iglesia y al servicio de los pobres?”, planteó en voz alta el arzobispo.

Trabajo cotidiano

“Hay una juventud esperanzada que tiene una palabra que decir en medio de la Iglesia y de la sociedad”, reivindicó Tinajero, que compartió que “estos grandes eventos no tendrían sentidos si no hubiera un trabajo cotidiano con los jóvenes”.

Sobre el empuje de León XIV o de Francisco para atraer a peregrinos, el responsable de la pastoral con jóvenes en España apuntó que “la mayoría ya tenía previsto el viaje antes de los últimos acontecimientos, pero a buen seguro que el interés por conocer al nuevo Papa habrá atraído a algunos más”.