Obispo llama a los jóvenes mexicanos a seguir “el ideal cristiano: conocer, amar e imitar a Jesús”

Durante la LV Asamblea Nacional de la Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes, Manuel González Villaseñor les pide que vivan “con alegría al saber que Jesús los ama”

Jóvenes

Del de 26 al 28 de junio se llevó a cabo la LV Asamblea Nacional de la Dimensión Episcopal Mexicana de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes (DEMPAJ), en el Seminario de la Arquidiócesis de Toluca, evento al que asistieron alrededor de 500 personas.



El objetivo de la asamblea fue “asumir conscientemente el llamado que Jesús ha hecho a los adolescentes y jóvenes para ser auténticos discípulos suyos, viviendo en comunidad los valores del reino, y comprometidos a favor del bien común”.

En ese contexto, el obispo auxiliar de Guadalajara, Manuel González Villaseñor, responsable de esa dimensión, enfatizó que “un católico auténtico no debe vivir con amargura, debe vivir con alegría al saber que Jesús lo ama… Sigan el ideal cristiano: conocer, amar e imitar a Jesús… que conozcan, que amen, que experimenten el amor de Dios en su vida”.

Obispo Manuel González

Obispo auxiliar de Guadalajara, Manuel González. Foto: DEMPAJ

Asimismo, se dirigió a los sacerdotes asistentes para recordarles: “no debemos permitir que al paso de los años la santa misa sea algo rutinario, debemos de hacer que a través de ese sacramento los asistentes puedan experimentar a Dios”.

Ser “piedra, comunidad y unión”

En lo que respecta al sacramento de la confesión, el obispo González aseveró que “debe ser una expresión del amor de Dios por nosotros; los sacerdotes no deben ser jueces sino portadores de la misericordia y del amor de Dios”.

Por su parte, el arzobispo de Toluca, Raúl Gómez González -anfitrión de la asamblea y encargado de presidir la misa de clausura- pidió a los jóvenes ser “piedra de unidad, de integración, en estos tiempos en que fácilmente nos dividimos, fácilmente nos confrontamos, nos peleamos, nos distraemos y nos agobiamos”.

Y es que -añadió- al ser “piedra, comunidad y unión”, vienen “otras fuerzas y se haga esta unión de fuerzas en el Señor; y al mismo tiempo que seamos llave, también para poder proceder, para decir lo que hay que decir, si está bien o no está bien, o bien entrar en una reflexión y un compartir juntos, procurando hacer estos grupos de reflexión en la amistad, en la cordialidad, en la valoración, siempre sin perder de vista a Aquél que nos une: Jesús el hijo de Dios“.

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