El cardenal Semeraro confirma que la mayoría de León XIV “se creó gradualmente” en el cónclave

El cardenal italiano Marcello Semeraro ha sido confirmado como prefecto del dicasterio para las Causas de los Santos y se ha mostrado muy abierto a las novedades que traerá consigo la elección de León XIV como papa. Ha salido “contento” de un cónclave de 24 horas en el que ha salido una persona “muy estimada” para él con la que ha compartido tantos trayectos en ascensor ya que el Dicasterio para los obispos está en su mismo edificio –y ambos purpurados también comparten portal de residencia–.

“Tiene un estilo amable y delicado, a veces suave. Pero al mismo tiempo es una persona de pulso, capaz de tomar decisiones cuando se tiene el deber de hacerlo. Lo demostró como prefecto del Dicasterio para los Obispos; ya lo había demostrado como prior general de los agustinos”, señala Semeraro en una entrevista al diario italiano Avvenire. Pensando en el cónclave, desvela que “la mayoría que permitió la elección de León XIV se creó paso a paso, gradualmente, no de repente. Y considero todo esto un don del Señor. Como fue un don la docilidad que llevó en un momento dado incluso a renunciar cuando uno se da cuenta de que el viento sopla en otra dirección”.

Un Papa emigrante

Para el purpurado, León XIV “no es una fotocopia de Francisco”, y destaca que el nuevo pontífice es “un Papa emigrante, o más bien ‘hijo’ de la inmigración: su familia procede de Europa, que él abandonó para llegar al continente americano. También esto es un signo que el Señor envía al mundo a través de la Iglesia: la atención a los emigrantes, a los que deben dejarlo todo para tener una vida mejor. Quizás a algunos políticos no les habrá gustado su elección…” Además, añade, es “un misionero” que andaba a caballo o se metía con botas en el barro y un agustino.

“Creo que será un pontificado de catolicidad, donde la catolicidad no debe entenderse como universalidad de la Iglesia, que es una noción espacial, sino como encuentro de variedades que se potencian armónicamente”, augura. Sobre las próximas canonizaciones, el Papa tiene que decidir qué hacer el caso de Carlo Acutos y Pier Giorgio Frassati ya que, apunta, “necesitamos urgentemente modelos de santidad”.