La parroquia de Huelva vetada por su cursillo ‘Fiducia supplicans’: “El Obispado miente”

El equipo de catequistas defiende que su proyecto sigue el magisterio de Francisco y que el vicario les dio su aprobación

Parroquia San Pablo de Huelva

La parroquia de San Pablo de Huelva rebate al Obispado de Huelva, que ayer vetó la puesta en marcha de un cursillo que buscaba aterrizar la declaración ‘Fiducia Supplicans’ del papa Francisco en la que se abre la puerta a las bendiciones a parejas en lo que la Iglesia considera en “situaciones irregulares”. Con esta formación, los catequistas pretendían ser un puente de acogida para los vecinos de la barriada de El Higueral, una zona obrera donde todos los niños que se bautizan son hijos de parejas que no están casadas.



La Diócesis emitió un comunicado en el que sentenciaba que este proyecto pastoral “no corresponde con el magisterio del papa Francisco ni con la práctica pastoral de la Iglesia”. Además, aseguraba que “no teníamos conocimiento del ofrecimiento a los fieles de estos cursos”, sino que se han enterado a través de los medios de comunicación.

Plan desarrollado

El párroco informó al vicario que esto se iba a hacer así y el vicario dijo, adelante”, explica una de las catequistas responsable de los cursillos al diario digital Huelva24, que no se atreve a dar un paso al frente por las consecuencias que implicaría un enfrentamiento directo con el Obispado. Según relata, fue el propio equipo de catequistas de San Pablo quien propuso a su párroco esta iniciativa y esbozaron el itinerario correspondiente, que incluía formación sobre Jesús de Nazaret, el amor de Dios y la acogida sin condiciones de la Iglesia, además de una jornada de convivencia. Con todo ello sobre la mesa, informaron a la diócesis antes de dar un paso al frente.

Cartel de la parroquia San Pablo de Huelva sobre las bendiciones

Cartel de la parroquia San Pablo de Huelva anunciando el cursillo ‘Fiducia supplicans’

Por eso, esta feligresa sostiene que “es mentira” que se enteraran por la prensa y critica que el vicario ahora “se haya puesto de perfil y haya dicho que no sabía nada”. “Si hubiéramos hecho esto en silencio, sin darle difusión en redes, seguro que hubiera salido, porque en la Iglesia ‘si no se sabe, no está ocurriendo’”, remarca esta laica comprometida con su parroquia.

En contra del Evangelio

A la par, la catequista niega que el contenido del cursillo contradiga el magisterio papal o la dinámica pastoral eclesial. Es más, llega a decir que la postura del obispo es la que sí “va en contra del Evangelio de Jesús”.

De la misma manera, lamentan que haya dejado en “muy mal lugar” al párroco de San Pablo, que siempre se ha caracterizado por ser un hombre trabajador y discreto, que no ha trabajado nunca al margen de la diócesis. El párroco, de 78 años y enfermo, ha querido echarse a un lado para no generar más ruido. Es más, ante el respaldo de sus feligreses, se ha limitado a decir en su entorno que “si yo tuviera ahora 20 años, planteaba la lucha, pero estoy cansado”.

 

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