Fin de una era: las monjas clarisas dejan Pedralbes después de siete siglos

  • El monasterio ha sido un referente histórico y espiritual en Barcelona desde su fundación en 1326
  • Las últimas religiosas se trasladarán en febrero a la comunidad de Vilobí d’Onyar, en Girona

Fin de una era: las monjas clarisas dejan Pedralbes después de siete siglos

El monasterio de Pedralbes, uno de los símbolos históricos y religiosos de la ciudad, verá el fin de la presencia de las monjas clarisas que han habitado sus instalaciones durante casi 700 años. Según han confirmado a la Agencia EFE fuentes del monasterio, las últimas religiosas de la comunidad clarisa abandonarán el recinto el próximo mes de febrero, trasladándose a un nuevo emplazamiento de la orden de Santa Clara en Vilobí d’Onyar, en la provincia de Girona.



Esta decisión marca el final de una era en la que el monasterio de Pedralbes fue un importante centro espiritual y cultural para Barcelona. Desde su fundación en 1326, las monjas clarisas han sido parte esencial de la historia y del tejido social de la capital catalana, contribuyendo a la vida religiosa y comunitaria de la ciudad.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se ha expresado sobre la situación en declaraciones realizadas desde la playa de Sant Sebastià, donde afirmó que no es una “buena noticia para la ciudad”, dada la profunda vinculación histórica entre las clarisas y el monasterio con la identidad local. Sin embargo, Collboni resaltó que la decisión de la marcha de las monjas es una cuestión que debe ser tomada por la Iglesia, y que el Ayuntamiento respeta dicha determinación.

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A pesar de este cambio, el alcalde subrayó su intención de mantener viva la tradición histórica de que la corporación del ayuntamiento suba al monasterio el día de Santa Eulalia. Esta tradición centenaria, según Collboni, es parte del vínculo histórico que la ciudad mantiene con el monasterio de Pedralbes, y debe ser preservada como parte de la identidad cultural y religiosa de Barcelona.

El monasterio de Pedralbes, además de ser un referente espiritual, alberga un valioso patrimonio arquitectónico, artístico y cultural. A lo largo de los siglos, ha sido testigo de momentos clave en la historia de Barcelona y de la vida de la comunidad clarisa, que ha sido conocedor de importantes cambios sociales y religiosos. El cambio de sede de las monjas clarisas marca el cierre de un capítulo fundamental en la historia del monasterio, pero también abre un nuevo camino para la comunidad religiosa en su nueva ubicación en Vilobí d’Onyar.

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