En una celebración en la parroquia Santa Teresa del Niño Jesús de Leganés, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) conmemoró este sábado su 25 aniversario en la diócesis de Getafe. El evento fue presidido por el obispo Ginés García Beltrán, quien destacó la labor incansable de la organización en el mundo obrero, definiéndola como “un don de Dios”.
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Una celebración cargada de gratitud
Acompañado por sacerdotes como el vicario episcopal para la Pastoral Caritativa y la Acción Social, Aurelio Carrasquilla, y el párroco de la parroquia anfitriona, José Ignacio Izquierdo, García-Beltrán dedicó palabras de agradecimiento a todos los miembros de la HOAC presentes y recordó a quienes no pudieron asistir, como el sacerdote Lorenzo Blasco, antiguo consiliario, quien se encuentra hospitalizado. En su homilía, el obispo subrayó tres pilares que definen el espíritu de la HOAC según su fundador, Guillermo Rovirosa:
En primer lugar, resaltó la importancia de mantener una actitud constante de acción de gracias a Dios, incluso en las circunstancias más difíciles. Subrayó que esta capacidad de reconocer la presencia divina en todo momento es un motivo esencial para celebrar el trabajo realizado por la HOAC a lo largo de este aniversario. En segundo lugar, García Beltrán enfatizó la coherencia entre la vida cristiana y las acciones concretas.
Señaló que el testimonio de Guillermo Rovirosa es un ejemplo claro de cómo la fe no se limita a las palabras, sino que se refleja en los hechos. Finalmente, el obispo abordó el compromiso con la dignidad del mundo obrero, recordando cómo Rovirosa, incluso desde la cárcel, aprendió a mirar a los demás con misericordia. Esta actitud, aseguró, es clave para asumir la lucha por la dignidad en el trabajo y enfrentar las situaciones de injusticia, como las precarias condiciones de vivienda, la explotación laboral, o los abusos a migrantes que persisten en muchas comunidades, especialmente en el sur de Madrid.
“Cristo toca la realidad”
Refiriéndose al Evangelio del día, donde Jesús cura al leproso, García Beltrán destacó que la misión cristiana implica “tocar la realidad” y acercarse a los más necesitados, un llamado especialmente relevante para la HOAC en su trabajo en el ámbito obrero. Antes de concluir, el obispo animó a los presentes a mantenerse firmes en su misión evangelizadora, recordando las palabras de San Juan: “Quien tiene al Hijo tiene vida”.
El aniversario comenzó con un momento de oración y convivencia, donde los miembros de la HOAC recordaron los hitos de sus 25 años de historia mediante intervenciones y una presentación visual. Carmen Díaz, actual presidenta diocesana, destacó la capacidad de la HOAC para adaptarse a los cambios en el mundo obrero y reiteró su intención de seguir evangelizando desde una perspectiva de fraternidad y solidaridad. Por su parte, Luis Rodríguez de Bodas, primer presidente de la HOAC en Getafe, relató los retos iniciales del movimiento, resaltando el testimonio de vida de sus miembros como fuente de inspiración.
El evento también contó con la participación de representantes de otras áreas diocesanas, quienes coincidieron en agradecer la labor de la HOAC y la animaron a continuar evangelizando tanto en el ámbito laboral como entre los migrantes, muchos de ellos víctimas de explotación.
Un mensaje para el futuro
La jornada culminó con un aperitivo compartido, donde los asistentes celebraron en comunidad el legado de la HOAC. El obispo cerró el encuentro con palabras esperanzadoras: “Os animo a seguir adelante con esta preciosa labor, que es un verdadero don de Dios”.
Con la mirada puesta en los próximos 25 años, la HOAC renueva su misión de ser luz y esperanza en el mundo obrero, fiel al mensaje de Cristo y al espíritu de Guillermo Rovirosa.