El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se reunirá mañana con el nuevo presidente de los obispos, Luis Argüello

Según ha podido saber Vida Nueva, el responsable de las relaciones con la Iglesia recibirá este jueves por la tarde al arzobispo de Valladolid, apenas un mes después de su elección

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, participa en el Pleno del Senado este martes, en Madrid.

Moncloa no quiere dejar aparcada ni sus relaciones con la Iglesia ni la hoja de ruta que tiene planteada para los católicos españoles. Prueba de ello es que mañana tendrá el primer encuentro oficial entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, tal y como ha podido confirmar Vida Nueva de fuentes socialistas.



Apenas un mes después de su elección en la Asamblea Plenaria de primavera, el arzobispo de Valladolid se reunirá este jueves por la tarde con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, máximo responsable de las relaciones Iglesia-Estado. Con Argüello, acudirá a la cita el secretario general de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de Toledo, César García Magán. A priori, se trata solo de una cita institucional y no ejecutiva a modo de mera presentación por parte del presidente, sin embargo cabría esperarse que Bolaños dejara caer ante los obispos alguno de sus planes más inmediatos en materia eclesial.

Viejos conocidos

No en vano, el ministro y el nuevo presidente son viejos conocidos, en tanto que, Bolaños asumió su cargo en julio de 2021, cuando Argüello era secretario general de los obispos. O lo que es lo mismo, durante un año estuvieron trabajando mano a mano hasta que en junio de 2022 fue nombrado arzobispo de Valladolid y anunció que renunciaba al servicio de coordinación cotidiana del Episcopado, una retirada que se hizo efectiva ese noviembre. En ese tiempo, por ejemplo, Argüello vivió en primera la crisis mediática de las inmatriculaciones de la que fue responsable Bolaños.

El Gobierno inició una batalla que buscaba destapar supuestas irregularidades en los 35.000 bienes -más de 20.000 de ellos, lugares de culto- registrados entre 1998 y 2015 gracias a una vía que abrió la Ley Hipotecaria de José María Aznar. Para ello, encargó un informe con datos facilitados de los Registros de la Propiedad de toda España. Con el listado elaborado, la Iglesia revisó uno a uno esos bienes. ¿El resultado? La Conferencia Episcopal descubre que el Estado le ha adjudicado por error en ese listado 1.000 de esos bienes. Es decir, no es que la Iglesia se hubiera apropiado de mil bienes, sino que en ese documento del Gobierno aparecían mil bienes que la Iglesia ni tenía anotados como suyos ni pretendía que lo fueran.

Desencuentro público

El 24 de enero de 2022 el cardenal Juan José Omella invitó a la sede de la Conferencia Episcopal al presidente Pedro Sánchez para presentarle el resultado de este estudio. Lo que parecía ser una jornada cordial, se convirtió en uno de los mayores desencuentros hasta la fecha entre los obispos y Moncloa. Y es que, a la vez que Sánchez le agradecía a Omella su buena voluntad a la hora de descubrir los errores, el propio Félix Bolaños, ya ministro de la Presidencia, filtraba de forma errada a sus medios de comunicación afines que la Iglesia había inmatriculado mil bienes sin una base probatoria. A partir de ahí se construyó un relato que presentaba a los obispos como responsables de una apropiación indebida que nunca fue tal.

Tuvieron que pasar dos años para que el ministro de la Presidencia admitiera públicamente que la Iglesia obró con honestidad. El pasado diciembre Bolaños, reconocía en el Congreso de los Diputados que “no ha habido prácticamente ninguna reclamación” referente a los bienes inmatriculados en las últimas décadas.

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