El arzobispo de Kiev: “La cuestión clave es cómo vamos a afrontar el trauma de la guerra”

El primado de la Iglesia greco-católica ucraniana se reúne con una delegación de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en Lviv

“Aunque el odio es una reacción normal ante la agresión que sufrimos, ceder ante él es dejar que gane”. Esta es la reflexión del arzobispo mayor de Kyev, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, que se ha reunido el pasado 6 de diciembre se reunió con una delegación de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en Lviv, tal como recogen los medios vaticanos.



El cansancio de la guerra

Y es que los ucranianos se preparan para vivir su segundo invierno sin electricidad ni calefacción. “Los ucranianos se sienten muy, muy cansados. La gente está agotada, porque no hay señales de que el conflicto esté llegando a su fin. La población está terriblemente traumatizada por la guerra y la cuestión clave es cómo vamos a afrontar este trauma. El futuro del país está ligado a ello”, señala el Primado de la Iglesia greco-católica ucraniana. Para Shevchuk “alrededor del 80% de la población se ha visto afectada por esta guerra, algunos están heridos físicamente, pero sobre todo lo están en el alma”.

A esto hay que añadir “el trauma psicológico, del que soy testigo de primera mano. Siempre que viajo, no puedo dormir durante varias noches, mientras mi cerebro se acostumbra a los sonidos que me rodean”. Para el obispo “la guerra que estamos viviendo en Ucrania ya no es una guerra abierta ni un ataque directo, sino una guerra de desgaste”. Ante esto, reivindica, “sólo el amor auténtico nunca se cansa de la lucha, los valores auténticos son los que nos ayudarán a superar la desesperación”.

A este añade Shevchuk que “existe una división entre los que abandonaron el país y los que se quedaron, entre los maridos que sirvieron en el frente y sus esposas evacuadas, y entre los que vivieron la guerra en el oeste de Ucrania y los del este. Por eso es importante trabajar juntos para superar estas diferencias y construir una nueva sociedad basada en el respeto y la tolerancia: Los sentimientos de abandono y resentimiento hacia los demás son también armas sociológicas de guerra. Es fácil buscar un chivo expiatorio, alguien a quien culpar de todo”, reivindicó. “Cuando el miedo y el odio se apoderan de nuestras decisiones, nos convertimos en sus esclavos. Aunque el odio es una reacción normal ante la agresión que vivimos, ceder a él es dejar que gane en mi corazón”, propone.

Noticias relacionadas
Compartir