Pizzaballa: “Solo si se pone fin a decenios de ocupación y a sus trágicas consecuencias se puede iniciar un proceso de paz serio”

El cardenal de Jerusalén ha lamentado las miles de víctimas que, ha día de hoy, han causado los ataques israelíes en Gaza al tiempo que ha condenado los brutales ataques de Hamás

“Estamos atravesando uno de los periodos más difíciles y dolorosos de nuestra historia reciente. Desde hace más de dos semanas, nos inundan imágenes de horror, que han despertado antiguos traumas, abierto nuevas heridas y hecho estallar el dolor, la frustración y la rabia dentro de todos nosotros. Mucho parece hablar de muerte y odio sin fin. Muchos “por qué” se superponen en nuestra mente, aumentando así nuestra sensación de desconcierto”. Así comienza el cardenal y Patriarca Latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, una carta dirigida a los cristianos en Tierra Santa y publicada en la web del Patriarcado.



“El mundo entero mira a esta Tierra Santa nuestra, como un lugar que es causa constante de guerras y divisiones”, continúa, subrayando que, “precisamente por eso, fue hermoso que hace unos días, el mundo entero se uniera a nosotros con una jornada de oración y ayuno por la paz. Una hermosa mirada a Tierra Santa y un momento importante de unidad con nuestra Iglesia”. Así, anima a todos los cristianos a unirse el 27 de octubre a la segunda jornada de oración y ayuno convocada por el Papa. “Será un día que celebraremos con convicción. Es quizás lo principal que podemos hacer los cristianos en este momento: orar, hacer penitencia, interceder. Y por esto damos gracias al Santo Padre desde el fondo de nuestro corazón”.

“Mi consciencia y mi deber moral me obligan a declarar claramente que lo que ocurrió el 7 de octubre en el sur de Israel no es en modo alguno admisible y no podemos dejar de condenarlo”, subraya Pizzaballa. “No hay razón para semejante atrocidad. Sí, tenemos el deber de afirmarlo y denunciarlo. El recurso de la violencia no es compatible con el Evangelio y no conduce a la paz. La vida de cada persona humana tiene igual dignidad ante Dios, que nos ha creado a todos a Su imagen”.

El coraje de la paz

Sin embargo, “la misma conciencia”, reconoce, “me lleva hoy a afirmar con la misma claridad que este nuevo ciclo de violencia ha provocado más de cinco mil muertes en Gaza, entre ellas muchas mujeres y niños, decenas de miles de heridos, barrios arrasados, falta de medicamentos, agua y artículos de primera necesidad para más de dos millones de personas”. “Son tragedias que no se comprenden y que tenemos el deber de denunciar y condenar sin reservas”, denuncia el cardenal. “Los continuos e intensos bombardeos que han estado golpeando Gaza durante días solo causarán muerte y destrucción y no harán más que aumentar el odio y el resentimiento, no resolverán ningún problema, sino que crearán otros nuevos. Es hora de detener esta guerra, esta violencia sin sentido”, asevera.

Pizzaballa se presenta, a su vez, convencido de que “solo si se pone fin a decenios de ocupación y a sus trágicas consecuencias, y se da una perspectiva nacional clara y segura al pueblo palestino, se puede iniciar un proceso de paz serio”. “Si este problema no se resuelve de raíz, nunca habrá la estabilidad que todos queremos”, insiste. “Solo así podremos evitar más tragedias como la que estamos viviendo ahora. Se lo debemos a las muchas, demasiadas víctimas de estos días y de todos estos años. No tenemos derecho a dejar esta tarea a otros”.

Y es que, para el purpurado, “el coraje del amor y de la paz aquí, hoy, significa no permitir que el odio, la venganza, la ira y el dolor ocupen todo el espacio de nuestro corazón, de nuestros discursos, de nuestro pensamiento”. Significa, por ello, “comprometernos personalmente con la justicia, ser capaces de afirmar y denunciar la dolorosa verdad de injusticia y maldad que nos rodea, sin que ello contamine nuestras relaciones. Significa comprometerse, estar convencido de que vale la pena hacer todo lo posible por la paz, la justicia, la igualdad y la reconciliación”. “Nuestro discurso no debe estar lleno de muerte y puertas cerradas. Por el contrario, nuestras palabras deben ser creativas, dar vida, crear perspectivas, abrir horizontes”.

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