“La situación muestra claramente que la cuestión palestina no está resuelta. Así como está claro que esta barbarie no tiene justificación y no es una forma de reclamar los propios derechos. Sin embargo, ahora que hay disparos de armas, debemos hacer lo posible para reconstruir confianza, pero sabemos que desgraciadamente es sólo un primer paso”. Así lo declaraba el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén al Quotidiano Nazionale poco después de llegar a Jerusalén desde Roma.
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“La ciudad está desierta. Hay muy poco tráfico. Hace poco hubo otra alerta de ataque aéreo: la gente vive atrapada dentro de sus casas. Tienen miedo”, explica Pizzaballa. “Todo está vigilado, hay más puestos de control que antes. Controlan el territorio porque temen los ataques. Lo hacen con mucho cuidado, pero en resumen, todavía puedes moverte”.
Los Santos Lugares, abiertos
Quizás por ello se ha decidido mantener los santuarios abiertos. “Tierra Santa es una tierra de peregrinaciones, hay muchas. Lo que ocurrió fue como la erupción de un volcán: nadie podría haberlo previsto. Aquí hay miles de peregrinos, no sólo italianos”, ha señalado Pizzaballa.
“Algunos están bloqueados porque los aeropuertos están cerrados. Otros quieren concluir la peregrinación. Por eso los Santos Lugares permanecen abiertos“, ha dicho, pero también “por una cuestión de principios: son lugares de oración, es lo que más se necesita en este momento”.
