Detienen en Nicaragua a un sacerdote por gritar en misa: “¡Viva monseñor Rolando Álvarez!”

Además, el gobierno de Daniel Ortega le negó el ingreso al país al rector y director del colegio católico Calasanz

padre Osman José

De acuerdo con información publicada por medios disidentes nicaragüenses, este 8 de septiembre fue detenido el sacerdote Osman José Amador Guillén, párroco de la diócesis de Estelí y ex director de la Cáritas diocesana.



Fuentes anónimas citadas por La Prensa, señalaron que el padre Amador, quien había dicho en una misa “Viva la Iglesia católica y viva monseñor Rolando Álvarez”, fue detenido por policías antimotines en la catedral de Estelí, y trasladado a Managua.

El padre Guillén es párroco en Wiwili-Nueva Segovia, pero según las fuentes, “durante la redada a Cáritas, tuvo que salir de ese municipio y fue trasladado a Estelí”.

Más sacerdotes en el exilio forzado

En los últimos meses, a siete sacerdotes de Nicaragua se les ha negado el ingreso a su país. El último de ellos fue el religioso escolapio Mauricio Valdivia Prado, rector y director del Colegio Calasanz, luego de que regresaba de República Dominicana, país donde también es director del mismo colegio en la ciudad de Santo Domingo.

A ese respecto, la abogada en el exilio Martha Patricia Molina aseveró, desde sus redes sociales, que las autoridades de Migración “no brindan explicación jurídica de esta arbitrariedad que en ocasiones ofenden a los presbíteros hasta con palabras soeces, y algunos hasta han sido amenazados de muerte por las autoridades migratorias. Ya es una práctica o costumbre que se ha convertido en ley en el país: sacerdote que sale tiene asegurado su exilio”.

De acuerdo con la abogada, el año pasado también le suspendieron la residencia a dos padres escolapios que tuvieron que irse a otro país.

Cabe recordar que, a mediados de agosto, al padre Eladio Sánchez, de la diócesis de León, también se le impidió regresar al país luego de que regresaba de Italia, donde había asistido al funeral de su hermano.

Previo a ello, se le impidió el ingreso a Nicaragua al padre Tomás Sergio Zamora de la diócesis de León, cuando regresaba de la Jornada Mundial de la Juventud, realizada en Lisboa.

De acuerdo con el diario La Prensa, otros sacerdotes afectados con esa medida fueron Deyvis López, párroco de San Gregorio Magno; Domingo Cuesta, provincial de la compañía de Jesús para Centroamérica; Guillermo Blandón, párroco de Santa Lucía y Juan de Dios García, vicario de la parroquia Santo Cristo de las Colinas.

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