Red Eclesial Panamazónica respalda a la Iglesia ecuatoriana en la defensa del Yasuní y el Chocó Andino

Hombres y mujeres de fe en este país se oponen a estas propuestas extractivistas, porque no garantizan un verdadero desarrollo y destruyen la creación

Cuando se acercan las elecciones generales de Ecuador – en medio de un clima de violencia – este 20 de agosto, también está incluida la consulta para aprobar o no la explotación petrolera en Yasuní y el Chocó Andino.



La Iglesia ecuatoriana y organizaciones eclesiales han capitulado al respecto invitando a decir “sí a la vida”, con ello, fijan posición contra la explotación petrolera, pues por encima de los intereses económicos está el cuidado de la creación.

A ellos se suma la Red Eclesial Panamazónica (Repam) que se une a este clamor local. Como Red Eclesial también presente en el territorio amazónico de Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela, en sintonía y sinergia, “nos sumamos a apoyar y decir SÍ a la vida de los pueblos y del bioma del Yasuní y del Chocó Andino en Ecuador”.

Para la Repam “decir Sí a la vida es decirle Sí al don de Dios en la Creación, Sí a la vida de los Pueblos y Sí a la misión que se nos ha confiado”.

Razones de peso

La Iglesia ecuatoriana en bloque ha pedido votar no a la explotación petrolera en el Yasuní, conocida como el ‘arca de Noé’ de la amazonía de este país. Es una de las regiones más biodiversas del planeta, reconocida por la ONU en 1989. Allí habitan millones de formas de vida animal y vegetal, con bosques, ríos y lagunas que forman un paisaje único en el mundo, que no sucumbió ni siquiera en la era del hielo.

Mientras que el Chocó Andino también es “un paraíso de biodiversidad”, corredor del oso andino –en vía de extinción – con 32 reservas naturales. Declarado por la Unesco como la séptima reserva de la biosfera del Ecuador.

Por estas razones, hombres y mujeres de fe en este país se oponen a estas propuestas extractivistas, puesto que son comida para hoy y hambre para mañana: “Que no nos engañen con falsas promesas, diciendo que las explotaciones petroleras y mineras van a sacarnos de la pobreza”.

Denuncian que con los 50 años de explotación petrolera de la Amazonía persisten problemas como la desnutrición, precariedad de la educación y la salud, en definitiva, “seguimos cada vez más pobres y con nuestros derechos violados”.

Foto: Wikipedia

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