Reclamos del arzobispado de Buenos Aires sobre un emblemático terreno

Destacaron que esta superficie conserva un valor histórico y arquitectónico en el microcentro porteño

La oficina de comunicación institucional de la arquidiócesis de Buenos Aires informó que la Iglesia porteña se unió al reclamo planteado ante la venta del terreno lindante con la Iglesia y el  Monasterio Santa Catalina de Siena, en el barrio céntrico de San Nicolás.



Se trata de una manzana histórica que perteneció a las hermanas de la Orden Dominica, y que conserva un valor histórico, arquitectónico y emblemático por ser de los primeros lugares desde el que fue creciendo la propia ciudad.

Expresión cultural de la ciudad

Aclararon que no se trata de un terreno que sea propiedad ni de la Iglesia ni del arzobispado, y que reconocen el libre derecho de acordar la compra-venta entre privados.

Desde hace muchos años, el rector de la Iglesia de Santa Catalina acompaña el proceso de cuidado y preservación de los dos monumentos históricos nacionales que se les han confiado (desde 1942 en el caso de la Iglesia, y desde 1975 en el caso del Monasterio). Además, por el entorno que es un espacio de amortiguación de ambos edificios.

“Enterados de la adquisición del predio por parte de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días y de su proyecto de construcción de un templo en tan emblemático lugar lamentamos no haber sido informados a su debido tiempo, dentro del camino interreligioso que venimos alentando en Buenos Aires”, sostuvieron desde el organismo eclesial.

En consecuencia y por tratarse de templos históricos, pidieron a las autoridades gubernamentales de la Ciudad evaluar la aprobación y conveniencia urbanística de tal construcción, y de potenciales daños en ambos Monumentos Históricos Nacionales pudieran sufrir.

También recomendaron que, antes de tomar cualquier decisión, confirmen el valor arqueológico que se esconde en ese terreno, ya que hay pruebas documentadas de la existencia en ese sitio de dos cementerios coloniales (de religiosas y de esclavos).

Finalmente, afirmaron: “Agradecemos profundamente a quienes apoyan nuestro parecer, entendiendo que el entorno de ambos Monumentos fue, es y será expresión cultural de la Ciudad de Buenos Aires”.

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