Tras informar el Vaticano que el cardenal Matteo Zuppi visitaría Kiev los días 5 y 6 de junio, el enviado papal se ha reunido con representantes del Parlamento ucraniano y han tratado la cuestión de los niños ucranianos deportados en Rusia. También ha podido compartir impresiones con el comisario de Derechos Humanos del Parlamento, Dmytro Lubinets.
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Los niños de la guerra
El comisario facilitó al delegado papal un “informe especial sobre la violación de los derechos de los niños ucranianos en los territorios temporalmente ocupados por Rusia”. En dicha reunión estaba también presente el nuncio apostólico en Ucrania, el arzobispo Visvaldas Kulbakas. “Cada niño ucraniano que ha sido llevado a la fuerza al extranjero ha sentido en su piel las consecuencias de la guerra”, destacó Lubinets.
Lubinets señaló a Zuppi que no han podido cuantificar “el número exacto” de los demás desplazados y prisioneros de guerra pero que “son decenas de miles de ciudadanos ucranianos y entre ellos hay sacerdotes de las iglesias católica griega y católica romana”.
Por su parte, Zuppi denunció que “es inaceptable que la violencia de esta guerra haya afectado a los niños”. “Vuestros hijos son nuestros hijos” añadió para fraseando al papa Francisco que hablando de Ucrania dijo “Tus lágrimas son mis lágrimas, tu dolor es mi dolor”. “Puedo hablar de esto porque muchos niños vinieron a Italia y fue muy agradable ver la hospitalidad con la que los italianos recibieron a los niños ucranianos”, comentó el arzobispo italiano.
