El presidente de los laicos austriacos mira “con envidia” a la Iglesia alemana

Ferdinand Kaineder señala que la desigualdad entre hombres y mujeres en la Iglesia es un “error constitucional”

Ferdinand Kaineder, presidente de la Acción Católica de Austria, mira “con envidia” a la Iglesia alemana. En una entrevista con Katolisch.de, el portal de noticias de la Conferencia Episcopal de Alemania, el laico señala que ellos también quieren cambios en la Iglesia y respalda el Camino Sinodal germano.



“Valoro mucho el Camino Sinodal, así como esta forma clara y reflexiva de encuentro y lenguaje corporal, que se basa en el ‘habitus’ sinodal, en cómo nos reunimos. Aprecio que realmente actúen como una red, hablen como iguales y se involucren. En Austria, por ejemplo, como en Alemania, era difícil para los obispos individuales verse como iguales. Pero tiene que ser así”, sostiene.

En relación a la desigualdad entre hombres y mujeres en la Iglesia, mantiene que se trata de un “error constitucional”. “La cuestión del género no está abierta. Si el proceso sinodal no da como resultado un cambio en la ley canónica, entonces eso no será realmente productivo”, afirma con rotundidad.

Kaineder lamenta también en la conversación que muchos obispos en su país hayan escorado a la Acción Católica en favor de otros movimientos laicales. “Nuestro trabajo ahora es ganarnos de nuevo a los obispos para que realmente confíen en esta forma comprobada de acción católica”, agrega. Según su opinión, “si la Iglesia quiere existir en 30 o 50 años, no puede sostenerse solo sobre la base de la jerarquía, sino que debe provenir de una red de personas activas y entusiastas”.

Elegir a los obispos por votación

Como advierte, “el principio sinodal ha sido descuidado durante más de 40 años”. “Lo malo es que las personas que han estado involucradas en la Iglesia ahora se están distanciando. Se comprometieron y se cansaron”, añade.

Según sus palabras, los nombramientos de obispos deben ser como unas elecciones. “La iglesia local no puede simplemente sentarse y maravillarse de lo que está por venir. El obispo tiene que estar vinculado de alguna manera a la Iglesia local. Ya hay modelos en Alemania y en Suiza”, subraya.

El líder de los laicos de Austria destaca también la experiencia de sinodalidad que se vive en las congregaciones religiosas. “Me sorprende cómo la Iglesia jerárquica se aleja de las experiencias de la vida religiosa. Las órdenes son una parte profética muy importante de la Iglesia, así que es sorprendente que no se obtengan conocimientos y experiencias allí. La vida religiosa es una Iglesia sinodal, cooperativa, colegial y electiva. Ellos eligen a sus superiores y eso es bueno”, sentencia.

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