Los días 13 y 14 de febrero el Palacio de Congresos de Córdoba acogió las II Jornadas Interreligiosas dedicadas a “jóvenes y espiritualidades”. Una propuesta que se ha consolidado y que está impulsada por la Junta Islámica de Córdoba, la Diócesis, la Federación de Comunidades Judías y entidades Religiosas Evangélicas de la región y que en esta ocasión ha organizado cinco mesas redondas en las que ha habido experiencias de las cuatro confesiones religiosas con creyentes todos ellos menores de 35 años.
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Este curioso intercambio se inspira en el manifiesto “Espíritu de Córdoba” que da nombre a las jornadas y que se consolidó en la primera edición hace ahora un año. Un espíritu que se caracteriza en “Proponer sin imponer, colaborar sin prejuzgar”. Y es que, se lee en el manifiesto, “la riqueza de nuestras tradiciones religiosas, aportando lo mejor de su legado doctrinal y humano, sigue siendo hoy día un recurso imprescindible para dar respuesta a los retos y dificultades que el siglo XXI nos marca”. Un encuentro y diálogo que, han ratificado, “no es una defensa del sincretismo o el relativismo religioso, ni una renuncia a la fe en las propias convicciones doctrinales o a su proclamación y testimonio público”.
Dios, siempre actual
Así, los jóvenes han compartido experiencias en torno a cómo “Dios cambia tu vida”, el compromiso creyente en la sociedad, la vivencia del amor, la transmisión de la fe y las redes sociales. Para Antonio Navarro, Delegado de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso en la Diócesis de Córdoba y Consultor de la Subcomisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso en la Conferencia Episcopal Española, las jornadas han servido para comprobar “que el diálogo y la colaboración entre los jóvenes de las distintas confesiones surge de manera natural y fluida”. Las jornadas han sido una oportunidad “para la escucha de las propuestas de jóvenes de diferentes religiones con muchas vivencias y situaciones comunes”. En concreto, señala Navarro a ‘Vida Nueva’, a la hora de afrontar la cuestión del amor y la pareja, el testimonio de todos ha sido “unánime en el rechazo del relativismo y de las relaciones superficiales que impiden todo proyecto de familia”.
Los jóvenes han dialogado también con los más de 200 asistentes que han formado parte de un encuentro que ya tiene reservadas las fechas de la próxima edición, el 12 y 13 de febrero de 2024. Y es que “Dios sigue siendo real y actual, no es un ser del pasado, no está muerto sino que está muy vivo, y no solamente es real, sino que es lo más real. Y está aquí transformando e iluminando muchos corazones, y confortando en muchas oscuridades”, destacó Navarro en sus conclusiones de las jornadas.
