Ángel Expósito: “¡Menos etiquetas y más trabajar por la igualdad!”

El periodista de la COPE Ángel Expósito

En ‘Mi abuela sí que era feminista’ (HarperCollins) el director de La Linterna (COPE) pone sobre el tapete relatos de mujeres valientes que ha conocido en la multitud de viajes que ha realizado por el mundo: desde Kiev, pasando por el Congo y Kabul, hasta las Islas Canarias. Historias de fe, de solidaridad, de dignidad, de empoderamiento… todas ellas reflejan el sentido del feminismo y la lucha por la igualdad.



PREGUNTA.- ¿Cuál es el verdadero feminismo?

RESPUESTA.- El de mi abuela, de ahí la percha del título, pero también el de mi madre, el que puedas hacer tú currando cada día y, especialmente, el que hacen las protagonistas del libro. Ese lo es, y lo dota de auténtica dignidad. No el feminismo que nos intentan vender ni el que vendemos los periodistas que llega de los portavoces oficiales. (…)

Luchas distintas

P.- ¿Por qué van unidas la lucha feminista y la del colectivo LGTBI?

R.- Pues no lo entiendo, porque son luchas distintas. Todo se envuelve en una etiqueta de falso progresismo. Si estás contra la paridad, no eres progresista. Si estás en contra del ‘sí es sí’, tampoco… Pero lo es un comunista rancio que sigue apoyando a Putin o el que intenta dar un golpe de estado en un estado constitucional… ¡Menos etiquetas y más trabajar por la igualdad!

Once historias

P.- Nos habla de mujeres concretas con vidas de superación y compromiso… ¿Por qué ellas?

R.- Tuve que elegir, entre todas, once historias con la percha de mi abuela, que es el epílogo. Mi problema ha sido dejar fuera a muchas. He optado por: la niña afgana, Silvia la gimnasta, las monjas de Ucrania, Gloria Ramos –actriz de Campeones– o la capitán Cristina. Distintos sectores, distintas generaciones y de diferentes nacionalidades.

P.- ¿Qué es el empoderamiento?

R.- El verdadero empoderamiento conlleva autoafirmación y dignidad. Está demasiado de moda y no me parece mal. Pero que Ione Belarra, Irene Montero o Yolanda Díaz no den lecciones de empoderamiento a una niña afgana, a una señora que saca adelante un comedor social después de haber sido víctima de la droga o a una mujer maltratada del barrio de las Tres Mil Viviendas. Ellas sí lo están y no quien ha llegado al Gobierno porque le ha puesto su marido. (…)

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