Francisco a la congregación que se quedó con un solo miembro: “¡No os desaniméis ante las dificultades!”

Los Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María vieron reducido su número a un solo religioso a principios del siglo XX, recuperándose hasta llegar a los más de 500 que forman la congregación en la actualidad

francisco marianos

El papa Francisco ha recibido hoy en audiencia a los participantes en el Capítulo General de la Congregación de Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Una congregación que, tal como ha recordado el Papa, a principios del siglo XX quedó reducida a un solo miembro.



“Es importante que ‘tomen la batuta’ y continúen respondiendo creativamente a los desafíos que también presenta nuestra época”, les ha dicho Francisco durante su discurso, animándoles, asimismo, a no caer en el desánimo ante las dificultades: “¡Piensen en las grandes pruebas a las que se ha enfrentado tu familia religiosa a lo largo de los siglos, por ejemplo, cuando se redujo a un solo miembro a principios del siglo XX! Con la ayuda de Dios te recuperaste, hasta hoy te encuentras alrededor de quinientos religiosos, presentes en diecinueve países del mundo”.

En este sentido, el Pontífice ha recordado que su fundador, san Estanislao, trazó “líneas de espiritualidad y de acción para vuestra congregación que están bien encarnadas en la historia concreta de los hombres y mujeres de su tiempo”.

En primer lugar, ha dicho el Papa, “el amor a María”, ya que “san Estanislao enseña sobre la devoción mariana que el culto principal de María Inmaculada es la imitación de su vida evangélica. Esto es importante, porque la verdadera devoción a la Madre del Señor se nutre y crece en la escucha y la meditación de la Palabra de Dios: María es la Mujer del Evangelio”.

Acción profética

Por otro lado, Francisco ha recordado que “la oración del sufragio”, la cual “caracteriza la dimensión escatológica” de esta congregación, nace de la la visión de san Estanislao en dos grandes grupos de “pobres” de su tiempo: los soldados caídos en combate y los muertos por la peste. “Hoy le toca a los soldados: ¡están cayendo por todas partes!”, ha señalado el Papa. “¡Pensemos que en el siglo XVII alrededor del 60% de la población europea fue exterminada por epidemias y guerras! Era necesario entonces rezar por las almas de los difuntos y por el consuelo de las familias y comunidades, marcadas por el dolor y el luto por la pérdida de sus seres queridos”.

El tercer rasgo que Francisco ha destacado de la congregación es su atención a los pobres, “especialmente en apoyo a los párrocos”. “Los clérigos marianos ayudaron así a dar respuesta a algunos problemas graves de la época: el debilitamiento de la fe, especialmente entre las clases más humildes, la falta de vocaciones sacerdotales y religiosas, el estado de pobreza de gran parte de la población”, ha explicado.

Por todo ello, el Pontífice ha animado a la congregación a “mantener viva la fidelidad a vuestros orígenes en esta atención profética en el hoy”. “Lo habéis hecho en los últimos tiempos poniendo entre vuestras prioridades pastorales la apertura a los laicos, la protección de la vida desde la concepción hasta la muerte, la atención a los más pequeños y el apoyo a las familias en dificultad”, ha aseverado.

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