Los obispos concluyen el Sínodo Europeo con el compromiso de ser una Iglesia “donde todos se sientan bienvenidos”

“Damos las gracias a todos los que han compartido sus experiencias con franqueza y respeto a las distintas sensibilidades”, señalan

Sínodo Europa

Los obispos europeos se comprometen a esforzarse por “ampliar el espacio de nuestras tiendas, para que nuestras comunidades eclesiales sean lugares donde todos se sientan bienvenidos”. Así lo señalan en el comunicado final de la reunión que han mantenido en Praga del 10 al 12 de febrero para discernir el contenido del Documento final de la Asamblea sinodal del continente, celebrada del 5 al 9 de este mismo mes.



En el texto, los mitrados afirman que quieren “caminar juntos, pueblo santo de Dios, laicos y pastores, peregrinos por las calles de Europa para proclamar la alegría del Evangelio que brota del encuentro con Cristo, y queremos hacerlo junto con muchos hermanos y hermanas de las demás confesiones cristianas”.

Asimismo, dan las gracias a “todos los que han compartido sus experiencias con franqueza y respeto a las distintas sensibilidades; también agradecemos al Comité de Redacción el gran trabajo realizado en la redacción del Documento”.

Los informes nacionales, los trabajos en grupo y las intervenciones escuchadas han confluido en el Documento final presentado a la Asamblea y que será la contribución de las Iglesias de Europa a la redacción del Instrumentum laboris del Sínodo, señalan los presidentes de las 39 conferencias episcopales europeas.

Respaldo al papa Francisco

Los obispos dan gracias “al Señor por la experiencia de la sinodalidad que, por primera vez a nivel continental, nos ha visto –obispos, sacerdotes, personas consagradas, laicos y laicas– codo con codo. Nos alegramos porque, durante estos días en Praga, hemos comprobado que los momentos de oración vividos juntos y, más aún, los trabajos de asamblea, han sido una experiencia profundamente espiritual y verdaderamente sinodal”.

Y continúan: “La escucha mutua, el diálogo fructífero, el relato de cómo nuestras comunidades eclesiales han vivido la primera fase del proceso sinodal y se han preparado para esta cita continental, son un signo claro de nuestra singular pertenencia a Cristo”.

Del mismo modo, “como fruto de esta experiencia sinodal, los obispos nos comprometemos a seguir viviendo y promoviendo el proceso sinodal en las estructuras y en la experiencia de nuestras diócesis. Esta experiencia de solicitud por toda la Iglesia en Europa nos ha animado en nuestro compromiso de vivir fielmente nuestra misión universal”. “Nos comprometemos a apoyar las indicaciones del Santo Padre, Sucesor de Pedro, para una Iglesia sinodal alimentada por la experiencia de la comunión, la participación y la misión en Cristo”, subrayan.

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