Zollner se pronuncia sobre el caso Rupnik: “¿Quién percibió que algo andaba mal y no fue más allá?”

El jesuita y director del centro de estudios sobre abusos de la Universidad Gregoriana de Roma ha reconocido que las víctimas “deben sentirse traicionadas”

El caso Rupnik ha sacudido a la Compañía de Jesús. El religioso, que resulta ser uno de los artistas cristianos más reconocidos –con más de 200 obras en todo el mundo, 17 de ellas en España–, ha sido acusado de abusos. No por una, ni por dos: han sido numerosas las mujeres de la comunidad religiosa de Loyola de Liubliana las que han señalado a Rupnik como perpetrador de los hechos que, presuntamente, tuvieron lugar en la década de 1990.



Desde que la noticia saliera a la luz, han sido numerosas las voces que han ido alzándose, sobre todo al conocerse que Doctrina de la Fe, aunque Rupnik hubiera sido apartado como medida “cautelar” de su ministerio, habría cerrado el caso alegando que está prescrito. Una de estas voces fue la del ex provincial de la Provincia Euro-Mediterránea de la Compañía de Jesús, Gianfranco Mattarazzo.

“Hay que decirlo: el ‘caso Rupnik’ es un tsunami de injusticia, falta de transparencia, gestión cuestionable, actividad disfuncional, trabajo personalizado, comunidad apostólica sacrificada al líder y trato desigual”, decía el jesuita a través de twitter. Y lanzaba una lanza contra otro de sus hermanos de la Compañía de Jesús, Hans Zollner, uno de los principales expertos eclesiásticos en la problemática de los abusos en el seno de la Iglesia.

“Quien se acredita como una voz autorizada en el tema de los abusos y siempre está exigiendo a los obispos con respecto al manejo de esta tragedia, que se pronuncie sobre su Orden”, decía Mattarazzo en Twitter. Y, ahora, unos días más tarde, Zollner ha dado respuesta a este “tsunami” que afecta de lleno a su propia congregación.

“¿Quién lo sabía?”

En primer lugar, ha expresado a Reuters su cercanía a las víctimas: “Puedo entender cómo las víctimas se sienten traicionadas”, dijo el miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y director del centro de estudios sobre abusos de la Universidad Gregoriana de Roma.

“Entiendo que legalmente hablando, se aplica el estatuto de limitaciones, pero la cuestión legal no es la única en estos casos”, añadió Zollner, quien, sobre todo, ha demandado el que se de a conocer quién sabía lo que estaba pasando con Rupnik. “En aras de la transparencia, necesitamos saber quién sabía algo, qué y cuándo, y qué sucedió después de eso”, añadió. “Me pregunto, y pregunto a mi comunidad, los jesuitas: ¿Quién pudo saberlo? ¿Quién lo supo? ¿Quién percibió que algo andaba mal y no fue más allá?”.

Posicionamiento de los jesuitas

La noticia salía a la luz a finales de la pasada semana, y era reconfirmada el viernes por medio de un comunicado de la Compañía de Jesús: “El Dicasterio para la Doctrina de la Fe recibía, en 2021, una denuncia contra el P. Marko Ivan Rupnik, SJ sobre su manera de ejercer el ministerio”.

En el escrito, los jesuitas aclaran que “no hubo menores involucrados” en los hechos. De hecho, fueron religiosas de la Comunidad de Loyola de Liubliana quienes sufrieron presuntamente los abusos por parte del jesuita, quien ejercía, durante la década de 1990, de capellán de la misma.

“El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha pedido a la Compañía de Jesús que abra la investigación preliminar relativo a este caso”, continúa la congregación, que asevera que de forma “inmediata” se designó para la investigación un instructor externo. Concretamente, un religioso de otra congregación, que presentó su informe al Vaticano. Sin embargo, han pasado más de 30 años de los hechos, por lo que Doctrina de la Fe consideró, a principios de octubre de 2022, cerrar el caso porque este “había prescrito”.

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