La última confesión de Benedicto XVI: “Estoy sufriendo mucho por la situación que vive la Iglesia”

El biógrafo del Papa emérito desvela en el congreso homenaje del CEU que estuvo con Joseph Ratzinger hace dos semanas: “No es un reaccionario, es un reformador del pensamiento”

Para el periodista y escritor Peter Seewald, Benedicto XVI es “Benedicto XVI es un hombre que ha sufrido mucho, está por ver cómo pasará a la Historia”. Es el balance que hizo ayer por la tarde el biógrafo del Papa emérito durante su intervención en el congreso con motivo del 95 cumpleaños de Joseph Ratzinger organizado por el Instituto de Humanidades Ángel Ayala de la  Fundación San Pablo CEU.



En un diálogo telemático con el profesor de periodismo Francisco José Serrano Oceja, el comunicador alemán planteó que Benedicto XVI “no es un reaccionario sino un reformador del pensamiento”, entendiendo como reforma “iluminar un tiempo con la luz de la fe”. Además, desveló que se encontró con él hace dos semanas y que le manifestó que “está sufriendo mucho por la situación que está viviendo nuestra Iglesia”.

Visión profética

“Siempre ha sido un profesor con una visión profética, es un hombre auténtico que lo que dice, también lo hace”, defendió sobre el hombre al que ha formulado más de 2.000 preguntas en los distintos libros que ha escrito con él.

Peter Seewald, en su conexión con el congreso organizado por el CEU

Peter Seewald, en su conexión con el congreso organizado por la Fundación San Pablo CEU

El comunicador, que no pudo estar presente en Madrid al haberse contagiado de coronavirus, confesó que “cuando me lo encontré por primera vez, yo no era un fan suyo”. Sin embargo, admite que descubrió a “un hombre humilde con el que era fácil entrar en diálogo y para nada un inquisidor”. “Claro que se puede escuchar a Ratzinger, pero merece mucho más la pena escucharle. Todos los análisis que yo le escuché sobre la ausencia de Dios en la sociedad, se han cumplido después”, comentó, a la par que recordó que “en los 70 ya profetizó que la Iglesia sería más minoritaria”.

En lo único que se ha equivocado es que pensaba que su salud no aguantaría mucho tiempo. Cuando fue elegido Papa, pensaba que no duraría más de dos o tres años y cuando renunció, de verdad creía que no duraría más de tres o cuatro meses y ya va para ocho años”, apuntó.

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