“No (he ido al Defensor del Pueblo) porque me parece inútil, me parece que mi caso va a quedar ahí registrado y no va a pasar nada, estoy haciendo un favor a alguien que no nos está haciendo ningún favor, me parece una pérdida de tiempo”. En estos términos se ha manifestado el escritor Alejandro Palomas en una entrevista a Europa Press a partir de su nuevo libro ‘Esto no se dice’ (Editorial Destino). Una obra en la que explora los abusos sexuales que sufrió entre los 8 y los 9 años por parte de un religioso de su colegio.
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Para el ganador del premio Nadal 2018 es “inútil”, un “maquillaje”, ofrecer su testimonio en la comisión creada por el Defensor del Pueblo para investigar los abusos en la Iglesia. El escritor considera “ridícula e irrisoria” la cifra de víctimas que se han mostrado dispuestos a declarar, unas 200 víctimas. “Va a servir para que, mientras tanto, si en algún momento hay que hablar de esto, el Gobierno pueda decir: ‘No, si ya estamos trabajando en ello’”, sentenció.
Comisión de la verdad
Palomas reclama “una comisión de la verdad con expertos reales” y con “gran presupuesto” como han hecho otros países y no una vinculada al Defensor que “no tiene ningún poder coercitivo para hacer que la Iglesia dé toda la documentación necesaria” por lo que “es una comisión abortada”. Además, reclama al Gobierno que pida “perdón” por los abusos a menores, opiniones que le gustaría compartir, de nuevo, con el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
“Lo que hay que hacer, si tenemos un presidente del Gobierno que realmente está dispuesto a luchar por esto, aunque solo sea a conseguir un 10% del fin que yo creía que se podía conseguir, es escuchar otra vez, volver a reunirnos, volver a hablar para que él sepa, esté informado, creo que debería volver a recibirme, me encantaría; creo que debería, si realmente le interesa, estar pendiente, hacer un seguimiento de esto porque es muy grave”, ha señalado.
Tocar las fibras
Mientras, el escritor está en un momento en el que intenta “ser la voz de todos los que no la tienen” y “tocar las fibras de la sociedad”, describe. Para Palomas “hay que actuar desde el primer eslabón que es el Gobierno” que debe “reconocer esto como un problema real que no ha dejado de existir”, para lo que propone crear “una red de defensa” para los menores.
A la Iglesia, con escepticismos, le pide que “investigue a todos los sospechosos, que los entregue a la Justicia, que sean los primeros en denunciar” y que deje de haber “encubrimientos”. “Ha muerto la persona que me mató”, sentenció Palomas sobre la muerte a los 90 años del religioso que abusó de él y que ocurrió recientemente .
