Odilo Pedro Scherer: “Hoy en Brasil hay signos de riesgo sobre la instauración de totalitarismos”

A pocos días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, al cardenal Odilo Pedro Scherer, arzobispo de São Paulo, se le ha visto muy activo en su cuenta de Twitter. Ha dejado muy claro que “ni comunismo ni fascismo”, puesto que está en favor de los mandamientos de Dios como hombre de Iglesia que es y, por supuesto, “en comunión con el papa Francisco”.



En medio de la enconada ola de acusaciones entre los candidatos, Jair Bolsonaro y Lula da Silva, el prelado confiesa a Vida Nueva que “espera que esto pase pronto”, aun cuando “falta mucho por delante para apaciguar los ánimos y volver a pensar serenamente y vivir en fraternidad”.

PREGUNTA.- ¿Cómo describe el ambiente en la segunda vuelta electoral?

RESPUESTA.- Las elecciones de este año en Brasil están muy reñidas y marcadas por una fuerte polarización ideológica. Aunque el ambiente general es tranquilo, hay mucha tensión y hay gente que teme expresar su propia convicción política para evitar conflictos. Espero que esto pase pronto.

P.- En las últimas horas ha dicho que cree estar reviviendo la época de la subida al poder del fascismo. Exactamente, ¿a qué o a quién se refiere con esta afirmación?

R.- Cuando la disputa electoral legítima se impone como si fuera una lucha del bien contra el mal; cuando se defiende fanáticamente a un candidato o a un partido, o se eleva a un candidato a la condición de “salvador de la patria” y se demoniza al adversario; cuando los opositores políticos son tratados como enemigos que deben ser eliminados; cuando la libertad de expresión y opinión y la de la prensa se ven coartadas o amenazadas; cuando la religión y las manifestaciones religiosas se instrumentalizan en términos de ganancias electorales; cuando se manipula la opinión pública con falsas narrativas, hay signos de riesgo para la democracia y la instauración de totalitarismos y fascismos.

Perder los valores

P.- ¿Por qué se le acusa de promover el aborto cuando usted mismo ha escrito una gran cantidad de artículos en defensa de la vida?

R.- Esta acusación es totalmente irracional y contradice mis valores y lo que predico y defiendo. Jamás se me pasó por la cabeza promover ni defender el aborto.

P.- Ni comunismo ni fascismo. Entonces, ¿cómo llegar a consensos en una sociedad tan polarizada como la brasileña?

R.- Espero que esto pase pronto, pero me temo que tenemos mucho trabajo por delante para apaciguar los ánimos y volver a pensar serenamente y vivir fraternalmente. Esta campaña electoral está perdiendo valores primordiales a todo el mensaje cristiano, como el respeto, la fraternidad y el sentido de la verdad. ¡Los que piensan distinto a nosotros, los adversarios políticos, se convierten en enemigos! Por eso, será necesario que nos preguntemos, con toda la sociedad brasileña: ¿cómo llegamos a eso? ¿Dónde nos equivocamos? ¿Hacia dónde debemos retomar el camino para una convivencia respetuosa, serena y pacífica?

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