Rino Fisichella: “El problema que tiene el cristianismo es de credibilidad, ¿hemos encontrado a Jesús o es solo retórica?”

El pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización ha participado en las Jornadas Nacionales de Delegados de Apostolado Seglar y Responsables de Movimientos y Asociaciones

El arzobispo Rino Fisichella ha participado este sábado en las XLIII Jornadas Nacionales de Delegados de Apostolado Seglar y Responsables de Movimientos y Asociaciones, organizadas este fin de semana por la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española bajo el lema ‘El primer anuncio en clave de sinodalidad’.



Durante su ponencia, el actual pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización del Vaticano reflexionado acerca de este primer anuncio, que, en el mundo actual, se ha convertido en una prioridad pastoral. “La evangelización tiene un primer, un segundo, un tercer anuncio”, ha señalado Fisichella. “La evangelización es un proceso, dentro del cual está la concreción de nuestra vida y la del interlocutor”.

Así, Fisichella ha subrayado que lo “más importante” a la hora de dar testimonio de Cristo “es la convicción del propio bautizado”, porque, de hecho, “la responsabilidad de la evangelización viene del bautismo, no de la ordenación, por lo que es común a todos los cristianos”.

Sin embargo, el prelado ha señalado que “el problema que tiene la comunidad cristiana hoy es de credibilidad”. “¿Encontraste verdaderamente a Jesucristo o es retórica? Este es el desafío”, ha aseverado. Asimismo, consciente de que hay jóvenes que se han alejado de la Iglesia, ha subrayado que, a su parecer, “se les puede encontrar a través de la vía de la belleza, porque la belleza se expresa con la música, con el arte, con la literatura… Con una multitud de rostros incomparables y con un lenguaje universal”.

Por otro lado, Fisichella ha explicado que “el anuncio es la proclamación de un acontecimiento”. “No tiene nada que ver con una buena predicación, o una catequesis; lo que los textos sagrados pretenden subrayar, sin embargo, es que incluso antes del contenido existe la acción misma del anuncio que proclama el reino de Dios”, ha aseverado. Por ello, el prelado considera que “deberíamos volver a lo esencial y no teorizar demasiado la obra de evangelización con demasiadas distinciones, con el riesgo de perdernos en las distinciones y así eclipsar lo esencial”.

Esta proclamación, a su vez, y para huir de esa “retórica” y falta de “credibilidad”, debe centrarse en el fuego de la convicción e insertarse en “la nueva cultura que se muestra prepotente, hija de la ciencia y la tecnología, con extensión global: la cultura digital”, la cual “encuentra su espacio a nivel global y se impone cada vez más modificando nuestros lenguajes y comportamientos”.

Sin embargo, esta era digital puede suponer un reto, pero “para la Iglesia se abre una nueva etapa de evangelización, y es un desafío que no se debe perder”. En este sentido, Fisichella ha apostado por “hacer frente a esta nueva cultura”, pero no cuestionándose “cómo usar las nuevas tecnologías para evangelizar, sino cómo convertirse en una presencia evangelizadora en el continente digital”. Esto es, además, algo “urgente”, para poder aprender a utilizar todo su “potencial”.

Para concluir, Fisichella ha recordado que “el Evangelio es una propuesta de libertad para todos”. De esta manera, el anuncio es una proclamación de “salvación para quienes desean dar pleno sentido a su vida y están dispuestos a abrir su corazón para dejarse transformar por la fuerza de la gracia”.

“Lo que se comunica es, sobre todo, la cercanía de Dios que viene al encuentro, no para juzgar, sino para compartir. Es una provocación a acoger la esencia de la vida y no dejarse encantar por lo efímero”, ha aseverado el arzobispo. “Por eso es una invitación a creer y a ponerse en el seguimiento con la exigencia de vivir la vida nueva en Cristo”.

 

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