Daniel García-Pita Pemán: “Pemán era un católico profundamente tomista”

Daniel García-Pita Pemán, nieto de Pemán

El nieto de José María Pemán reivindica en su libro ‘El caso Pemán, la condenación del recuerdo’ (Almuzara) el veto que la Ley de Memoria Histórica ha impuesto sobre el escritor cinco veces nominado al Premio Nobel y dos veces elegido presidente de la Real Academia de la Lengua durante la República.



PREGUNTA.- ¿Este libro nace a raíz de la Ley de Memoria Histórica de Zapatero y, posteriormente, la Ley Andaluza de Memoria Histórica… o ya le rondaba abordarlo?

RESPUESTA.- No. Yo no soy escritor. Esto es más una defensa de abogado que la biografía que haría un escritor. Por eso decidí escribirlo cuando se publicaron manifestaciones injuriosas y calumniosas que mi abuelo no podía contestar.

P.- A su abuelo se le ha acusado de la muerte de 400 personas, de misógino y de antisemita…

R.- Son acusaciones falsas en todo caso y, en algunos, ridículas como es, por ejemplo, la de la muerte de 400 personas. En la tercera parte del libro contesto y rebato una por una todas esas acusaciones.

P.- Monárquico, conservador y católico… ¿Eso le convirtió en un objetivo a batir?

R.- Evidentemente esto es una presunción subjetiva mía. Pero creo que es exacta si tenemos en cuenta quiénes han sido los que le han injuriado y calumniado.

Razones no literarias

P.- Sin embargo, sus libros de poesía durante la República tuvieron muchísimos premios y fueron enormemente alabados por la crítica…

R.- Pemán fue un escritor conocido y respetado. Es evidente que al crítico literario más severo no se le ocurriría demoler la estatua de un escritor que a él no le guste. Hay, por tanto, otras razones no literarias que, a mi juicio, tienen que ver con la condición conservadora, monárquica y católica de Pemán.

P.- ¿Qué tipo de católico era Pemán?

R.- Pemán era un católico profundamente tomista. Tenía una fe muy fundamentada en el estudio.

P.- ¿Mantenía una excelente relación con los intelectuales en el exilio durante la dictadura?

R.- Era amigo de escritores muy significados ideológicamente en un campo contrario al suyo. Por ejemplo, Federico García Lorca, Rafael Alberti o José Bergamín. Intervino, siempre que pudo, en favor de los que estaban exiliados. (…)

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