Suspendida la causa de beatificación del fundador de Schoenstatt

La diócesis alemana de Tréveris toma la decisión tras investigar las acusaciones de abusos a religiosas por parte del sacerdote Josef Kentenich

José Kentenich, fundador de Schoenstatt

El obispo de la diócesis alemana de Tréveris, Stephan Ackermann, tras consultar la cuestión con el Vaticano, ha suspendido el proceso de beatificación del sacerdote Josef Kentenich, fundador del Movimiento Internacional de Schoenstatt. En declaraciones a CNA Deustch señaló que es “consciente de que la suspensión del proceso de beatificación es una medida dolorosa para la familia de Schoenstatt, pero las discusiones de los dos últimos años han mostrado que existe la necesidad de una investigación profunda de la persona y la obra de Josef Kentenich”, que murió en esa diócesis.



Dos años después

Esta decisión se toma después de haber reorganizado todo lo relativo a la causa de beatificación del fundador en julio de 2020 tras la desclasificación de algunos documentos del Vaticano –en concreto los archivos del pontificado del papa Pío XII hasta 1958– que dan cuenta de los abusos del proprio Kentenich con algunas religiosas de la familia carismática. Algo que se recoge en el informe realizado por el teólogo jesuita Sebastian Tromp, quien como miembro de la Congregación para la Doctrina del Fe –entonces todavía con el nombre de Santo Oficio– tras realizar una visita apostólica por encargo de la Santa Sede.

En concreto, el informe dio por ciertas las denuncias de abusos de poder y sexual por parte de Kentenich. Tanto es así que el traslado del fundador a Milwaukee (Estados Unidos) fue una medida de castigo por los hechos ocurridos. Y allí permaneció hasta tres años antes de su muerte, cuando en 1965 el Vaticano le permitió volver a junto al pequeño santuario en el que se inició el movimiento apostólico Schoenstatt en Alemania. La publicación de estas informaciones puso a las religiosas a la defensiva y justificaron las medidas de la Santa Sede por el empeño del visitador que “había sido influenciado negativamente de antemano contra el Padre Kentenich por algunas Hermanas de María”, el instituto secular fundado en 1926 dentro del movimiento.

Por su parte, desde el movimiento Schoenstatt han difundido el comunicado de la diócesis y ha confirmado que aprovechará esta suspensión para una nueva e intensa elaboración de los contextos históricos. Dan cuenta de que el obispo ha alentado “nuevas y libres investigaciones”. En su comunicado la diócesis apunta que ha examinado, por ejemplo, una acusación de un ciudadano norteamericano cuyo dictamen por la justicia estadounidense no ha sido concluyente y que no se encontraba el los archivos vaticanos.

Llega tarde

La historiadora Alexandra von Teuffenbach, que ha editado parte de las pruebas documentales de los abusos, destaca en una entrevista en Katholisch.de que los documentos de archivos “principalmente de los archivos de los palotinos de Limburgo, muestran al Padre Kentenich como alguien que no puede ser beatificado”. Algo que para la autora llega tarde ya que dichos materiales vieron la luz en 2020. Además, la historiadora ha confirmado que nadie de la diócesis ha contactado con ella y que “las Hermanas de María de Schoenstatt han presentado un requerimiento judicial contra” ella.

Von Teuffenbach, que prepara la publicación sobre el exilio de Kentenich en Milwaukee, tras la investigación realizada en su día por el Santo Oficio, denuncia que el sacerdote “ignoró todas las penas canónicas que se le impusieron”. Para ella, Kentenich “no es una persona digna de veneración en el sentido católico. Las deficiencias son demasiado graves y no deben ocultarse. Como historiadora y católica, es mi deber llamar la atención sobre esto. No hay duda de que hizo algo grande, pero lo mismo ocurre con el fundador de Apple, Steve Jobs. Yo tampoco lo beatificaría”.

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