El Viernes Santo fue representado el viacrucis en el centro de Bogotá, encabezado por Luis José Rueda, arzobispo local y presidente de la Conferencia de Obispos de Colombia, quien –cruz al hombro– recorrió las calles de la capital para clamar por la verdad, la paz y la reconciliación.
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El prelado ha expresado que este viacrucis pasa primero por el perdón de todo el el clero colombiano por “todo aquello que no hemos hecho con la claridad y el amor necesarios”, porque “cuando reconocemos que hemos fallado no vemos la pajita en el ojo ajeno, sino que vemos la gran viga que tenemos nosotros”.
Al respecto, ha mencionado que “la verdad pasa por la cruz y eso le hace falta a Colombia, si hay verdad, tendremos menos violencia y así poder “trabajar juntos y sacar adelante este país que nos necesita”.
Soluciones entre todos
El llamado del arzobispo de Bogotá es a salir de la indiferencias y “pasarnos al amor, al estilo de Jesús, con los brazos extendidos y con los pies dispuestos a trabajar por la reconciliación y la paz”.
En cuanto a las cruces que cada uno lleva, Rueda ha dicho que “las cruces debemos cargarlas entre todos, el papa Francisco está anunciando de camino sinodal, por lo que no vaya cada uno por su lado”
Por tanto, “las soluciones sociales, políticas, económicas, morales, espirituales las concede Dios si trabajamos en comunidad sin divisiones ni caer en el síndrome de Caín”.
Obreros de la reconciliación
Rueda ha enviado un contundente mensaje a los candidatos presidenciales para que se sientan hermanos, constructores de una Colombia que acoge a todos y “sean capaces ustedes de vivir un ejemplo de reconciliación tengamos argumentos aunque pensemos distinto”
Además pidió evitar cualquier tipo de agresión entre los candidatos: “No permitamos que la mentira acompañe nuestros procesos electorales”.
En cuanto a los grupos al margen de la ley, pidió parar la guerra para que den “un paso hacia la vida y la paz”, puesto que “conocemos el dolor de su historia de vida” por eso “queremos decirles que los amamos que los estamos perdonando”.
“No recluten niños, no siembren minas antipersonales, dejen trabajar a los campesinos, puesto que Colombia tendrá futuro si son capaces de deponer las armas y convertirse en obreros de la reconciliación de la paz”, apuntó.
Foto: Arquidiócesis de Bogotá
