El claretiano Antonio Bellella está convencido de que la eficacia de la vida consagrada no depende ni del número de religiosos ni de obras, sino de “su relación con Cristo”. Con este punto de partida, el director del Instituto Teológico de Vida Religiosa presentó esta mañana la 51ª Semana Nacional de Vida Consagrada que se celebrará en formato híbrido del 20 al 23 de abril.
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Bajo el lema ‘Somos relación, somos en relación’, estas jornadas que acogerá la madrileña residencia Amor de Dios, abordará los vínculos de la vida consagrada, tanto con Dios, como con el resto de la comunicada cristiana. Entre los ponentes de cabecera del programa, se encuentran el cardenal comboniano Miguel Ángel Ayuso, presidente del Pontificio Consejo de Diálogo Interreligioso, así como el cardenal claretiano Aquilino Bocos.
Desde la sinodalidad
“Somos relación, y la sinodalidad es una propuesta de relación”, insistió Bellella, que planteó que “solo dentro del magisterio del Papa Francisco esta semana encuentra su significado”. Por eso, sentenció que “es imposible imaginar una vida consagrada indiferente, ensimismada, asilada, encerrada y descomprometida”.
Desde este punto de vista, planteó la llamada de los consagrados a “ser para los demás, ser en relación, ser personas abiertas en diversos ámbitos y ejes en los que se va expresando, en una realidad que va más allá de nuestro pequeño mundo”. Aterrizando en el contexto actual, el director del ITVR compartió que “somos espectadores y víctimas de una pandemia, somos espectadores y víctimas colaterales de una guerra, todo está en todos, todos dependemos de todos”.
Intraculturales
“La vida religiosa existe para evangelizar”, completó Fernando Prado, director de Publicaciones Claretianas, presente en el encuentro con los periodistas: “A veces en la Iglesia nos convertimos en contraculturales, pero eso no es un fin en sí mismo para los consagrados. Nuestra vocación es ser intraculturales, hacer realidad el Evangelio en el ambiente que vivimos”.
La jornada contará además con una amplia participación de religiosos jóvenes, con una presencialidad de más de cien participantes de esta nueva generación de la vida consagrada, además de ponentes como Abel de Jesús, premio Ensayo Teológico Joven PPC; o el redentorista Damián María Montes, responsable de la tradicional tarde de música y oración.
